«Reprimir el miedo infantil solo trae secuelas negativas»
Tania García Fundadora de Edurespeta ∑ Esta educadora sociofamiliar alerta de la mala gestión de las emociones de los niños
«Un gran error que suelen cometer muchas familias (la mayoría) es el de intentar reprimir o querer negar o eliminar el miedo de los niños, bien sea a la oscuridad, a un payaso, a las arañas o, incluso, a hacerse una foto con los Reyes Magos... Pero esto es como rechazar la propia esencia de lo que somos las personas», apunta Tania García, fundadora de la escuela de padres Edurespeta y especialista en educación basada en el respeto, la empatía y el acompañamiento emocional.
Esa mala gestión que hacemos los adultos de los temores infantiles ha sido el punto de partida de esta experta a la hora de escribir su último libro, ‘¿Qué necesito cuando tengo miedo?’ (Editorial Penguim Random House). La mayoría de padres, explica, «hemos tenido una nula educación emocional y, por eso, no sabemos actuar de forma correcta cuando nuestros hijos se enfadan, están tristes o sienten miedo». De hecho, añade, «lo que ocurre es que la convención tradicional de ‘ser fuerte’ es un error, lo mismo que pensar que el miedo que siente un niño no tiene tanta importancia como el que siente un adulto, cuando es igual de importante, profundo y paralizador». Por fortuna, reflexiona, «ahora tenemos la oportunidad de cambiar y transformar la educación mientras aprendemos a acompañar correctamente a nuestros hijos», reitera.
Clima de confianza
Para empezar, debemos saber «que el miedo es una emoción natural que ha permitido al ser humano evolucionar y desarrollarse en todos los sentidos. No podemos ignorarlo porque todas y cada una de las emociones que nos conforman son necesarias para nuestra vida diaria y cotidiana». Es por esto, prosigue, «por lo que darle la espalda, menospreciarlo, ocultarlo y reprimirlo, solo trae consecuencias negativas en el desarrollo emocional de cualquier niño».
Se han realizado decenas de estudios en este sentido, insiste la fundadora de la escuela de padres Edurespeta, que ponen de manifiesto que «la fortaleza no se encuentra en ignorar y ocultar las emociones, sino en conocerlas, identificarlas, vivirlas y comprenderlas de manera correcta y de esta forma, ni dañarte a ti mismo ni dañar a los demás». Por este motivo, sugiere, «lo que debemos hacer los padres es trabajar día a día para tener un clima de confianza y conexión real con nuestros hijos».
Para lograrlo, recomienda, «debemos comprender, integrar y trabajar en los conceptos que conforman una educación real: respeto, empatía, evidencia científica, acompañamiento emocional, amor incondicional y lógica. Solo practicando esto día a día y de manera efectiva vamos a lograr un ambiente de confianza en la que nuestros hijos no teman contarnos nada, preocupados por los juicios que podamos hacer de ellos, porque habremos comprendido que las críticas, el abuso de poder, la obsesión porque dejen de tener miedo es incoherente y contraproducente... Esto es realmente lo más importante».
En definitiva, lo que siempre se tiene que hacer, concluye Tania García, «es escuchar, estar, abrazar y acompañar emocionalmente con paciencia y respeto, dejando que nuestros hijos expresen eso que sienten de manera libre y sin juicios, experimentando el amor incondicional de sus padres. No hay prisa, no hay nada malo en su expresión sea de la forma que sea, es necesaria, lógica y debe ser importante para nosotros».