ABC (1ª Edición)

Menos sueldo, pero dos años

El capitán desea quedarse y acepta rebajarse la ficha esta temporada si el Madrid le concede contrato hasta 2023. El club le ofrece solo uno

- TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

Se lo ha pensado bien. Lo ha meditado mucho. Y ha entendido que es lo mejor para él. Sergio Ramos desea quedarse en el Real Madrid, pero quiere dos años de seguridad. Si el club lo aprueba, firmará la reducción del diez por ciento del salario de esta temporada. Acaba contrato en junio y solicita un acuerdo hasta 2023. Es la última propuesta del capitán para acabar su carrera en la casa que le ha elevado a la leyenda. Su hermano René, sus padres y su familia en general le han aconsejado que se quede en el sitio donde se ha hecho grande mundialmen­te. Es lo mejor para su devenir profesiona­l y también para su esposa, Pilar Rubio, que trabaja en la capital de España, y por ende para sus hijos. La historia dicta que los grandes futbolista­s crearon su gran historia en un solo club, no en varios, y es lo que Ramos desea hacer en el otoño de su trayectori­a deportiva. El problema es que el Real Madrid solo le concede un año más, hasta 2022, pues en marzo cumplió los 35, y le propone firmarle renovacion­es anuales, hasta los 36, los 37 e incluso hasta los 38, según su rendimient­o.

Es la divergenci­a fundamenta­l que existe hoy en día para que el sevillano rubrique su continuida­d en la empresa que le paga desde 2005.

Pilar Rubio no le ha presionado para que tome una decisión. Ha comprendid­o que es él quien debe decidir lo que es mejor para su carrera y Sergio Ramos es quien decide. Si se anteponen las cuestiones familiares, está claro que lo fácil era quedarse en Madrid. Pero el sevillano se encuentra en el otoño de su carrera y ha de elegir bien.

Un guiño a su rendimient­o

Las dos partes llevan demasiado tiempo con esta asignatura pendiente. En este largo compás de espera se ha detectado que existía un antagonism­o de comportami­entos, de trato, que ha complicado la situación. El club no quería vivir otro maratón insoportab­le de negociacio­nes como el sufrido hace seis años, con René como negociador ante José Ángel Sánchez, director general del club. Al final ese letargo de conversaci­ones se ha repetido en el tiempo. En el otro lado de la barrera, Ramos deseaba un reconocimi­ento a la importanci­a de su ‘performanc­e’ en forma de un aumento en los emolumento­s de su contrato, pero la pandemia ha destrozado la economía del Real Madrid y de todos los grandes y tocaba reducir costes, rebajar salarios. Mala suerte que la crisis le llegue al líder de la plantilla cuando se debe negociar un contrato fin de carrera.

El capitán ha dejado claro que aceptará cobrar un diez por ciento menos de su ficha esta temporada si la entidad le otorga las dos campañas que solicita, hasta 2023, pero no firmará esa pérdida económica si no renueva.

En la misma situación están Varane y Lucas Vázquez. El salario del central hispalense es de 12 millones netos y, si rubrica esa concesión del diez por ciento menos, percibirá en este curso 10,8 millones de euros.

Ganárselo cada temporada Tiene 35 años y el club le ofrece firmar hasta los 36; y si mantiene su nivel añadir luego otro año, hasta los 37

En la empresa se asume que si Ramos acepta la rebaja, la gran mayoría de la plantilla la aceptará, como ya han hecho Casemiro, Modric, Benzema, Carvajal, Odegaard y Jovic entre otros compañeros. Hasta ahora no hubo un acuerdo total de la plantilla, como sucedió en la campaña anterior, porque había realidades muy diferentes en el seno del equipo, especialme­nte de los profesiona­les que tenían que negociar contratos y quizá acabar su trayectori­a en la casa. Ramos es uno de ellos y no tomó el testigo de convencer al grupo. Si renueva todo será distinto en el ambiente de la cocina blanca. Y si el defensa dice al vestuario que hay que firmar esa reducción salarial, la gran mayoría de jugadores lo aprobará.

Zidane ha expuesto dentro de la entidad que sería ideal que Ramos renovara para inyectar tranquilid­ad en el equipo. La artroscopi­a en la rodilla izquierda, la lesión posterior y el Covid sufrido por el capitán fueron sucesos que han afectado al estado de la cuestión del futuro del número cuatro. Nada más recuperase de la operación en la rodilla cayó lesionado con la selección española y el parón dejó su caso en segundo plano. Los equipos extranjero­s

también esperaron a ver el rendimient­o del sevillano para hacer ofertas. Tras jugar frente al Atalanta y con la selección española, la rotura en el gemelo izquierdo, en la misma pierna donde le operaron, perjudicó sus opciones de marcharse a un club extranjero.

Quiere jugar en Londres

Por supuesto que Ramos tenía y mantiene opciones de firmar este verano por un gran equipo del continente, pues su nivel está demostrado con creces durante lustros y es indudable, pero los plazos de esas dos bajas consecutiv­as, rematadas con el coronaviru­s, han afectado a esa posibilida­d en estos meses. Hay un punto de partida relevante: Ramos no ha escuchado realmente ninguna propuesta externa, pues su anhelo es renovar y finalizar su carrera en el Real Madrid. En esta misma dirección, el jefe de campo de la plantilla ha manifestad­o a Zidane que quiere arriesgar y jugar el partido de vuelta ante el Chelsea. El capitán afirma que debe de estar en los últimos partidos importante­s de la temporada y el decisivo se dirime en Londres el próximo miércoles. Por tanto, desea arriesgar. Para Ramos no tiene sentido reservarse cuando ya no quedan partidos. El técnico piensa lo mismo y cuenta con él para la final de Inglaterra.

Los dos partes, club y jugador, hablarán en mayo para tomar la decisión final de si continúa o deja el Real Madrid dieciséis años después. De momento, los objetivos son el Chelsea y la Liga.

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EFE

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