Ayuso, ‘rock star’
¿Su éxito? La implosión de Cs, la confrontación con Sánchez y su remango liberal
EN ocasiones, sin que acaben de entenderse del todo las razones del fenómeno, algunos dirigentes superan la condición de políticos para convertirse en una suerte de ‘rock stars’, que concitan una atención singular del público. Le ocurre a Boris en Inglaterra y en cierto modo le ha sucedido a Isabel Díaz Ayuso en Madrid, como se podía constatar con la colección de selfies y aplausos que recolectaba cada vez que se pateaba una calle (o no digamos la terraza de un bar). La presidenta madrileña y el veterano zorro que tunea su estrategia (MAR) tuvieron el ojo de confrontar directamente con Sánchez, lo que colocó a Ayuso en el centro del debate político nacional, con el consiguiente plus de popularidad (ya saben: que hablen de uno aunque sea mal). Por su parte, el mitificado Iván Redondo y Sánchez cometieron el error inverso: entrar al capote y enfrentarse a ella desde el Gobierno, incluso con saña persecutoria, convirtiéndola así en un referente e irritando a los madrileños.
El segundo motivo del notable triunfo de Ayuso es pura aritmética: el desplome de Ciudadanos, un partido llamado a extinguirse tras tres lustros de lecciones altivas y cero gestión real. A diferencia de Cataluña, donde Cs había crecido a expensas del PSC, en Madrid lo había hecho a costa del PP. Así que los populares han fagocitado su desplome. El sanchismo lo tendrá mucho más difícil a partir de ahora, con solo dos marcas a su derecha.
El tercer factor del triunfo de Ayuso radica en su claridad ideológica para plantarse sin ambages ni aprensiones contra el pretendido consenso progresista, lo cual le ha permitido pescar también en los caladeros de Vox. Amén de una desenvoltura liberal salpicada de cierto sentido del humor, atributo poco frecuente en la taciturna política española y que se agradece. Por último, se ha presentado como campeona de la libertad, en un momento en que la sociedad está saturada de la apisonadora de derechos que ha sido el Covid, y se ha sacado de la manga un peculiar ‘madrileñismo’, una Tabernia de tolerancia, optimismo y birra (que no es nacionalista, pues es leal a España y abierto a todos). El PSOE paga también la crisis económica, por supuesto: hay muchas familias que lo está pasando fatal, aunque los medios y tertulianos oficialistas lo soslayen.
Subtítulo notable de la jornada: Iglesias hace mutis por el Foro (nunca mejor dicho). El agitador de alma autoritaria que llegó a vicepresidente es el farolillo rojo en la Asamblea y ya enfila su nueva carrera de figurón televisivo. Excelente noticia para España. Podemos se desinfla y acabará moviéndose en los votos que solía sumar Anguita con el comunismo camp.
Casado, que tras el mal resultado del PP en el País Vasco y Cataluña comenzaba a ser cuestionado como un cabeza de cartel capaz de derrotar a Sánchez, es el gran beneficiado de la colección de carambolas que abrió la fallida operación monclovita con Cs. La política es siempre impredecible. El sanchismo ya presenta el primer boquete en una coraza que parecía blindada.