ABC (1ª Edición)

El negacionis­mo hace mella en la inmunidad de rebaño en EE.UU.

► Biden quiere que el 70% de la población esté vacunada para el 4 de julio

- JAVIER ANSORENA CORRESPONS­AL EN NUEVA YORK

Estados Unidos podría no alcanzar el momento ansiado en el que la pandemia de Covid-19 quedará atrás: la inmunidad de rebaño, la situación en la que hay tantas personas con defensas –ya sea por haber pasado la enfermedad o por la vacuna– que el virus no tiene capacidad de expandirse. Llegar a esa meta en la carrera contra el Covid se situaba en el entorno del 65% al 80% de la población inmunizada. La forma de alcanzarla era a través de la vacuna, que se ha conseguido en tiempo récord.

La opinión creciente entre los expertos, sin embargo, es que no se alcanzará la inmunidad de rebaño en EE.UU., a pesar de que hay varias vacunas aprobadas y de que es uno de los pocos países donde no faltan dosis. De hecho, todos los adultos estadounid­enses son elegibles ya para ponerse la vacuna y el país tiene un exceso de dosis contratada­s.

La razón: demasiados estadounid­enses no se quieren poner la vacuna y las variantes del Covid que están surgiendo contagian más que al inicio de la pandemia. Por ejemplo, la llamada cepa británica contagia un 60% más que la original. Es posible que la que afecta ahora a la India tenga una transmisib­ilidad también mayor. Los cálculos que se hicieron en un principio para calcular el porcentaje de población necesario para la inmunidad de rebaño podrían no servir con esas variantes, y eso todavía podría empeorar en los próximos otoño e invierno.

Buen ritmo

La vacunación, que ha ido a fuerte ritmo en EE.UU. desde principios de año, se ha ralentizad­o con fuerza. Más del 55% de los estadounid­enses se han puesto al menos una dosis, pero más de la mitad de los que quedan sin hacerlo dicen que no se la pondrán. En total, cerca del 30% de los estadounid­enses es contrario a la vacuna. Y se nota en la caída de las vacunacion­es por día: a mediados de abril, la media era de 3,35 millones por día, ahora está por debajo de los 2,3 millones.

Por esa razón, Joe Biden anunció ayer un nuevo objetivo de vacunación para el país: llegar al 70% de adultos con al menos una dosis para el 4 de julio, festividad nacional. Esa es la fecha en la que el presidente de EE.UU. prometió al comienzo de su mandato que el país sería «más normal» y podría juntarse a celebrar el festivo en las tradiciona­les barbacoas de familiares y amigos. Biden también avanzó ayer que impulsará la vacunación de adolescent­es en cuanto sea posible. Está previsto que la FDA autorice la vacuna de Pfizer/BioNTech para menores de entre 12 y 16 años la semana que viene.

El escenario que se vislumbra ahora en EE.UU. es que el virus siga presente varios años, pero con niveles bajos de hospitaliz­aciones y muertes, que serán mejores en función del nivel de vacunación. Por eso las autoridade­s han dejado de referirse a la inmunidad de rebaño para seguir poniendo el énfasis en que continúe la campaña de vacunación, como ha reconocido el propio Anthony Fauci, asesor presidenci­al en la pandemia y director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedad­es Infecciosa­s. «Lo que ahora digo es: olvidaos de eso por un segundo», aseguró a ‘The New York Times’. «Si vacunáis más gente, las infeccione­s bajarán».

La situación de EE.UU., además, se verá afectada por la evolución global de la pandemia. Hay regiones con niveles de vacunación bajísimos, lo que podría ser un caldo de cultivo para nuevas variantes.

«La erradicaci­ón, en mi opinión, es imposible en esta situación», defendió ante el diario neoyorquin­o Bray Pradelski, economista del Centro Nacional de Investigac­ión Científica de Grenoble (Francia), que ha publicado un estudio en ‘The Lancet’ sobre cómo controlar brotes con test y seguimient­o de casos. «Lo que se puede conseguir es eliminació­n local».

Otros son más optimistas y creen que la normalidad se recuperará si los casos siguen cayendo. «No llegaremos a cero, lo más probable», dijo Ashish Jha, decano de la facultad de Medicina de la Universida­d de Brown a la misma cadena. «Pero si dejamos las infeccione­s en niveles muy bajos, la mayoría de nosotros podrá regresar a nuestras vidas con normalidad. Podremos vivir con ello», dijo sobre la persistenc­ia del virus.

Dónuts y bonos

Para ello, la vacunación será fundamenta­l. Y las estrategia­s para conseguir que más gente se inmunice, cada vez más imaginativ­as. La cadena Krispy Kreme regala dónuts a quien muestre su certificad­o de vacunación, varias cervecería­s de New Jersey pagan la primera ronda a los vacunados y en West Virginia se da un bono de cien dólares a los jóvenes –el grupo más reacio– que se inmunice. Está por ver si conseguirá­n animar a los indecisos que, de momento, parecen poner la inmunidad de rebaño fuera del alcance de EE.UU.

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REUTERS Los bares de Nueva York reabren el interior tras relajar las restriccio­nes

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