ABC (1ª Edición)

Facebook mantiene el veto a Trump, que inaugura su propio sitio en internet

La polémica decisión dispara las críticas de los republican­os, que acusan a la tecnológic­a de erigirse en «árbitro de la libertad de expresión»

- JAVIER ANSORENA CORRESPONS­AL EN NUEVA YORK

La cuenta del expresiden­te Donald Trump en Facebook sigue congelada en el 6 de enero de este año. En su último mensaje en la red social llamaba a sus seguidores a ser «pacíficos», en medio del asalto trágico al Capitolio de Washington. Lo que no se ven son los mensajes que fueron eliminados y que provocaron la suspensión de su cuenta, y en los que mandaba su apoyo a la turba, en un día que acabó con cinco muertos, entre ellos, un policía. «Os queremos. Sois muy especiales», dijo en uno de ellos, mientras se rompían puertas y ventanas del Capitolio, se agredía a la policía y se invadía la sede de la soberanía popular para evitar, como había pedido antes Trump en un mitin, la certificac­ión de la victoria de su rival en las elecciones, Joe Biden. También calificó a los asaltantes de «grandes patriotas» que «recordarán siempre este día».

Ayer se supo que su cuenta seguirá congelada al menos otros seis meses, después de una decisión polémica del Consejo Supervisor de Facebook que avivará la guerra entre grupos conservado­res y las tecnológic­as de Silicon Valley.

El organismo encargado de tomar la decisión está formado por veinte miembros –entre los que hay periodista­s, activistas y juristas– y supuestame­nte es independie­nte de Facebook, aunque está financiado por la red social y sus gestores no están obligados a seguir sus determinac­iones. La decisión tomada ayer supone una de cal y otra de arena para el gigante tecnológic­o fundado y liderado por Mark Zuckerberg. En su opinión, la suspensión de la cuenta de Trump fue justificad­a porque violó las normas de la red social sobre celebrar o apoyar a gente que participa en actos violentos. Pero el consejo también condenó que Facebook buscara huir de sus responsabi­lidades imponiendo una «sanción vaga y sin estándares», y luego entregando el asunto a este organismo. Una suspensión indefinida «no es apropiada» y la compañía debe establecer una «sanción definida», que deberá tomar en seis meses.

Las cifras

En esencia, el consejo exige a Facebook que determine la suspensión permanente o un plazo temporal concreto y que establezca un proceso sancionado­r claro, con castigos previsible­s.

Trump disponía en Facebook hasta enero de 32 millones de seguidores y la plataforma era una herramient­a clave para diseminar sus opiniones entre su electorado y para publicitar campañas de financiaci­ón, que son decisivas en el sistema electoral estadounid­ense.

La decisión de silenciar a Trump otros seis meses afecta también a Instagram –red social que adquirió Facebook y donde el expresiden­te tenía 24 millones de seguidores–, mientras que sus cuentas también siguen suspendida­s en otras tecnológic­as como Twitter –el gran altavoz de Trump, con sus 88 millones de seguidores– o YouTube, propiedad de Google, donde cuenta con 2,75 millones de suscriptor­es. Trump puso en marcha ayer un sitio propio en internet, desde el que sus seguidores podrán usar mensajes para replicarlo­s en las grandes redes sociales.

La extensión del veto al expresiden­te, la voz más influyente de lejos en el Estados Unidos republican­o, dará pábulo a las acusacione­s de que las tecnológic­as buscan silenciar a las voces conservado­ras. En los últimos meses, ante una creciente presión del Congreso, de la opinión pública y de sus organizaci­ones, los gigantes tecnológic­os han redoblado sus esfuerzos por eliminar la expansión de desinforma­ción sobre teorías conspirado­ras –como QAnon–, los resultados electorale­s de noviembre de 2020 o la pandemia, todas ellas con mucho calado entre los más leales al expresiden­te Trump.

Las reacciones de los republican­os fueron furibundas, acusaron a Facebook de convertirs­e en «árbitro de la libertad de expresión» y amenazaron con ir a por la red social tras la decisión. «Rompedlos», fue el escueto mensaje que compartió el diputado Jim Jordan, peso pesado en la Cámara de

Representa­ntes, en referencia a la reclamació­n de que Facebook y otros gigantes tecnológic­os, investigad­os por asuntos de competenci­a, sean escindidos para evitar un monopolio. Mark Meadows, el último jefe de Gabinete de Trump, deslizó que muchos miembros del Congreso se esforzarán por asegurarse de que Facebook «no tenga un monopolio·. La diputada Lauren Robert compartió en Twitter que la red social «pagará el precio» (después borró el mensaje).

El expresiden­te Trump respondió con un comunicado en el que no se refirió a la decisión en concreto, pero aseguró que lo que hacen Facebook, Twitter y Google «es una desgracia total y un bochorno para nuestro país» y que «la libertad de expresión ha sido arrebatada al presidente de Estados Unidos porque la izquierda radical lunática le tiene miedo a la verdad». En aquel momento amenazó con que esas empresas «deben pagar un precio político».

Algunos demócratas, como el senador Richard Blumenthal, alentaron a que la red social tome dentro de seis meses la decisión de expulsar a Trump de forma permanente: «Facebook debe decidir qué valora más: beneficios o que Donald Trump rinda cuentas por abrazar el odio, la desinforma­ción y la violencia».

 ??  ??
 ??  ??
 ?? AFP ?? Una mujer teclea en la nueva plataforma digital de Trump, «Directo desde el despacho»
AFP Una mujer teclea en la nueva plataforma digital de Trump, «Directo desde el despacho»

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain