La izquierda mantiene su pulso con Duque en las calles
En una semana de protestas en Colombia, hay 31 muertos y 431 detenidos
A pesar de haber sido retirada la reforma tributaria, que encendió la chispa de las protestas, y del intento de que las aguas vuelvan a su cauce, estas continuan en gran parte del país, A mediodía de ayer, algunos acuerdos empezaron a lograrse entre organizadores regionales del paro y las autoridades. El lugar, Cali, la ciudad más afectada por las marchas y revueltas, la que más muertos ha puesto en estos ocho días ya de protesta a lo largo y ancho de Colombia. Un corredor humanitario para alimentos, insumos médicos y combustible podrán empezar a entrar a la ciudad.
Este es un paso positivo que cabe esperar se replique de similar manera en otros lugares del país, que durante esta nueva jornada de marchas y protestas, cuando ya se cumple una semana, siguen vivas en el territorio colombiano y, lamentablemente, cobrando la vida de personas e incrementando la violencia.
El balance, que no ha sido fácil de afinar en su alcance y de acuerdo con las diversas fuentes, en todo caso es tremendo. De acuerdo con Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) el saldo trágico es de 31 muertos, 25 de ellos en la región del Valle del Cauca, departamento que tiene por capital a Cali, epicentro de las protestas más duras y las acciones más violentas por parte de la fuerza pública. Según Indepaz, 13 casos son por cuenta de los escuadrones antidisturbios (Esmad), y cuatro a manos de policías regulares. El resto, sin autor conocido hoy.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo indicó ayer que la cifra oficial es de 24 muertes, cinco de ellas a manos de los escuadrones antidisturbios, otras seis por extralimitación de funciones de policías y, el resto, sin autor conocido a la fecha.
Violencia sin límite
El tema de las cifras y la autoría no es menor pues, como se ha registrado en un sin número de vídeos aportados por ciudadanos y también por manifestantes o defensores oficiales de derechos humanos, la violencia derivada de la confrontación entre la fuerza pública y los manifestantes ha perdido todo límite, a lo que se suman actos vandálicos por parte de delincuentes.
El Gobierno ha detenido a 431 personas,
Desapariciones
El ministro de Defensa asegura desconocer la existencia de 87 denuncias por desapariciones
según datos entregados por el ministro de Defensa, Diego Molano. La entidad finalmente está entregando información tras varios días de silencio y el cierre de su página web –como la de la Presidencia y el Congreso– por parte de Anonymus, que además de tumbar estas páginas oficiales, ha hackeado cuentas de la Policía Nacional.
A pesar de los vídeos y reportes de la ciudadanía, de organismos internacionales y de ONG nacionales, el ministro Molano explicó en la W Radio que la reacción de la fuerza pública está ajustada a la ley. «La actuación de nuestra fuerza pública es actuar con apego a la ley y los derechos humanos. Hay colombianos que han permanecido en su casa y no marcharon, a ellos debemos toda nuestra función de protección y seguridad», dijo Molano. Igualmente señaló que desconoce las ya 87 denuncias por desapariciones, muchas de ellas en Cali, uno de los hechos que más preocupación y tensión han generado en esta ciudad y sus alrededores.
La violencia se ha extendido ya a 327 municipios del país, casi la tercera parte del total. Varios puntos de las vías nacionales han sido igualmente bloqueados por manifestantes, por colectivos de camioneros o transporte intermunicipal que también se han sumado al paro. Esto ha causado desabastecimiento y empieza a afectar el suministro de bienes para las poblaciones. Estos bloqueos, inclusive, han afectado la vida de las personas, como sucedió ayer cuando la ambulancia que llevaba una mujer en trabajo de parto, no le permitieron el paso y la mujer tuvo un parto del cual el prematuro no pudo sobrevivir.
Negociaciones
En la noche del martes, en Bogotá, varias estaciones de barrio de la Policía fueron violentadas y quemadas. En una de ellas, los vándalos inclusive prenden fuego con los uniformados en su interior, quienes afortunadamente pudieron salir a tiempo, eso sí para encontrarse con los criminales que los esperan para atacarlos. En otras zonas, la fuerza pública, en un claro exceso, ha disparado contra manifestantes, sin mediar palabra. Las noches en Cali y Bogotá, en especial, son especialmente temidas hoy por los abusos que puedan ocultar.
Mientras la marcha continúa, con una marcha indígena que se dirige del departamento del Cauca a Bogotá, como lo hizo a finales de 2019, las negociaciones entre gobierno y el comité del paro hasta ahora empiezan los acercamientos.