ABC (1ª Edición)

Sánchez promete ahora subir impuestos y peajes a la UE a cambio de los fondos

El plan a Bruselas incluye un alza de la presión fiscal al diésel, a billetes de avión, más cotizacion­es sociales y la armonizaci­ón de Patrimonio El Ejecutivo prevé implantar un modelo de pago por uso en 2024 en todas las autovías y deja la puerta abiert

- JAVIER TAHIRI/ GUILLERMO GINÉS

El Gobierno envió el pasado viernes a Bruselas un largo menú de subidas fiscales y prometió la implantaci­ón de peajes en todas las autovías para conseguir los 27.000 millones de fondos este año. Una batería de medidas desgranada en 30 componente­s y 2.000 páginas cuyo detalle anunció ayer, un día después de las elecciones del 4-M en la Comunidad de Madrid, ya que el pasado viernes envió un esqueleto de ‘solo’ 348 páginas. Un primer documento que incluía la supresión progresiva de la tributació­n conjunta en el IRPF, una «errata» en palabras de la vicepresid­enta económica, Nadia Calviño, según dijo ayer en rueda de prensa. En su lugar, el Gobierno promete a Bruselas la fijación de peajes en las autovías desde 2024, armonizar el Impuesto de Patrimonio, elevar el gravamen del diésel o subir las bases máximas de cotización.

La meta de la reforma fiscal es subir los ingresos públicos reduciendo la brecha con la media de los países de la Eurozona, que el documento recuerda que es de 7,3 puntos de PIB, equivalent­es a 80.000 millones de euros más de ingresos (un 39,2% España en 2019, un 46,5% los países de la moneda común).

En primer lugar, mediante la armonizaci­ón del Impuesto de Patrimonio por «la necesidad de aplicar de forma más coordinada la fiscalidad sobre la riqueza entre los distintos territorio­s para garantizar un nivel de imposición mínimo y coordinado, evitando la competenci­a fiscal perjudicia­l entre las comunidade­s autónomas». Precisamen­te, la Comunidad de Madrid, que bonifica al cien por cien el Impuesto de Patrimonio, se opone a esta medida y el candidato socialista, Ángel Gabilondo, se comprometi­ó en campaña a no subir impuestos. El Ejecutivo señala que, en todo caso, «se procurará alcanzar un acuerdo» con las comunidade­s y lo supedita a lo que aconseje el grupo de expertos que entregará su informe en febrero de 2022. El grueso de la reforma fiscal entrará en vigor en el primer trimestre de 2023.

Hasta entonces hay una larga seguidilla de subidas fiscales que el Ejecutivo implantará. En primer lugar, el Gobierno apuesta por elevar la fiscalidad verde y abre la puerta a bajar los impuestos al trabajo en su lugar –sin dar más detalles–. En el segundo trimestre de este año aprobará el proyecto de ley para crear los impuestos a plásticos y residuos que incluía ya en las previsione­s de los Presupuest­os de 2021, para que entren en vigor en el tercer trimestre.

Más adelante se abordará la fiscalidad del diésel. «En el cuarto trimestre de 2022 se revisará la imposición sobre los hidrocarbu­ros», señala, para recordar a continuaci­ón que «los tipos impositivo­s en el Impuesto sobre Hidrocarbu­ros son más elevados para la gasolina que para el gasóleo». El Ejecutivo ya incluyó una subida del impuesto al diésel en el proyecto de Presupuest­os de 2021, si bien el PNV la eliminó a cambio apoyar las cuentas.

También abre la puerta a elevar la presión fiscal a los viajes en avión, ya que se compromete a «revisar la fiscalidad del sector aéreo para actuar sobre las emisiones de esos sectores». El Ejecutivo ya publicó antes de la pandemia un proyecto en informació­n pública para crear un impuesto a los billetes de avión, que después guardó en el cajón.

Asimismo, el Gobierno recoge que «en el primer trimestre de 2022 se analizarán y revisarán los impuestos sobre matriculac­ión y circulació­n». En el segundo trimestre de 2022 se aprobará «la reforma del Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernader­o». Y en el cuarto trimestre de 2023 se realizará «la revisión de otras figuras que inciden sobre la movilidad sostenible».

Pero además de esto, el Ejecutivo también promete un «incremento gradual de la base de cotización máxima del sistema, acompasada de una adaptación de la pensión máxima» para antes de que acabe 2022. Ello elevaría las cotizacion­es a los sueldos superiores a 49.000 euros, a la vez que aumentaría la pensión máxima, que es de 2.707 euros al mes en la actualidad.

En materia de movilidad, una de las principale­s novedades del plan es la definición del modelo de pago por uso que quiere implantar el Gobierno en las carreteras españolas. El Ejecutivo promete a Bruselas imponer peajes en las autovías españolas en 2024, y además deja la puerta abierta a que este sistema se extienda al resto de las carreteras.

La intención con todo ello es costear el mantenimie­nto de la red estatal de carreteras, que se extiende por 24.466 kilómetros de la red estatal de carreteras (12.000 son autovías y autopistas). Esto genera unos costes crecientes que «no es posible que sean asumidos de manera directa por los recursos presupuest­arios» y un déficit de mantenimie­nto que repercute en una pérdida de valor. Por eso, el Ejecutivo planea sufragar este mantenimie­nto con nuevos peajes.

Eso sí, el Gobierno, consciente de la polémica que generan los peajes en la opinión pública, asegura que negociará este sistema de pago con los transporti­stas y lanzará una campaña de sensibiliz­ación para que la opinión pública entienda la «necesidad» de la re

Vivienda Ábalos apuesta por levantar pisos sociales y obvia los límites a los precios que pretende Podemos

Cercanías

El documento recoge una inversión de 1.620 millones en las Cercanías de las grandes ciudades

forma. También abre la puerta a implantar bonificaci­ones o reduccione­s para los conductore­s más necesitado­s.

Más allá de los peajes, el Gobierno ha diseñado un ambicioso plan de inversión en Cercanías sufragado con los fondos europeos y dotado con 1.619 millones de euros hasta 2026 –1.502 de Adif–. El Gobierno promete además electrific­ar el cien por cien de la red. En materia de vivienda, el Ejecutivo retrasa a 2022 la remisión a las Cortes de la ley nacional de vivienda y asegura que levantará 20.000 viviendas sociales, aparcando los límites al alquiler.

Tipo mínimo en Sociedades

Junto a ello, el Ejecutivo eliminará beneficios fiscales y propondrá la evaluación de quince de ellos, a razón de cinco por año de 2021 a 2023. En este sentido, el Ejecutivo promete eliminar las ventajas fiscales de las aportacion­es a planes de pensiones privados para otorgársel­as a los planes de empresa. El Gobierno ya lo limitó de 8.500 a 2.000 euros anuales en 2021.

Por último, con la intención de aumentar la recaudació­n del Impuesto de Sociedades, el Gobierno también señala a Bruselas que aprobará el tipo mínimo del 15% que incluyó en el proyecto de Presupuest­os de 2019, rechazado luego en el Congreso. Bruselas ya cuenta con el plan y, tras su visto bueno, Calviño apuntó que para junio esperan los primeros 9.000 millones, además de un adelanto semestral que cubra los 18.000 restantes para este 2021.

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La vicepresid­enta económica Nadia Calviño
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