Los nuevos distintivos de la DGT enfrentan a ecologistas y fabricantes
La clasificación de vehículos según sus emisiones establece nuevas etiquetas para los coches gasolina, diésel y Mild Hybrid a partir de julio
La modificación de las etiquetas medioambientales de los vehículos ha abierto el debate entre fabricantes y ecologistas, con el arbitraje de la DGT. Los roces están motivados por la definción de las características que deben tener cada uno de estos distintivos a partir de julio. La clasificación ambiental de los automóviles, diseñadas en 2016 dentro del Plan Nacional de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera 20132016, son una herramienta clave para abordar el problema de la contaminación. El proyecto recogía el nivel de partículas y emisiones de dióxido de nitrógeno (NOX) que son perjudiciales para el medio ambiente. Unos gases que tienen principalmente su origen en el tráfico rodado. De aquel plan viene los cuatro distintivos actuales que lucen los coches en el parabrisas y que miden el impacto ambiental de cada vehículo en función de los niveles de gases nocivos que emiten.
El pasado mes de junio, el Gobierno presentó el ‘Plan de impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción: hacia una movilidad sostenible y conectada’. El proyecto, dotado con un presupuesto de 3.750 millones de euros, incluía la actualización de los actuales distintivos medioambientales de la DGT, para adaptarlos a las características de los modelos más modernos que están llegando al mercado, y que debían estar diseñadas antes de julio de 2021.
El director general de la DGT, Pere Navarro, ha destacado a lo largo del año de trabajo la importancia de «que esta modificación sea consensuada», para tranquilidad del sector y de los automovilistas. Los cambios solo serán para modelos de nueva matriculación y nunca llevará al cambio en los distintivos que actualmente lucen los coches en circulación.
Según fuentes consultadas por ABC, desde la DGT se sopesa la introducción de una quinta etiqueta –actualmente hay cuato: B, C, ECO y CERO–. Se trataría de un distintivo D que recogería a los vehículos nuevos de gasolina o diésel (homologados por Euro 6d-Temp, en vigor desde enero de 2021), modelos que actualmente llevan la C, y crear una etiqueta específica para los modelos con hibridación suave (Mild Hybrid) que ahora comparten grupo con los híbridos no enchufables (ECO).
Las posibles modificaciones deberían ser más restrictivas según la propuesta realizada por asociaciones como Ecodes, Ecologistas en Acción, Greenpeace y Transport&Environment, que solicitan la sustitución de la actual etiqueta ECO por una nueva denominada D y que el distintivo CERO sólo se aplique a los eléctricos puros y de pila de combustible, excluyendo a los híbridos enchufables con autonomía eléctrica de más de 40 km que actualmente sí que cuentan con ese distintivo, de color azul.
Entienden desde estas organizaciones que en la actualidad, incluso vehículos muy contaminantes, pueden obtener una clasificación C o ECO. Adrián Fernández, de Greenpeace, explica que
es incongruente «que se consideren ECO los vehículos híbridos menos eficientes que sus equivalentes con motor de combustión interna». En su propuesta recomiendan eliminar el actual distintivo ECO porque provoca «la confusión actual en el imaginario colectivo», e incorporar un a nueva pegatina D que permita distinguir a los vehículos de combustión interna más eficientes y menos contaminantes. También proponen reservar el color verde exclusivamente a la categoría CERO, al ser el color que más se identifica con los valores medioambientales.
Fabricantes
En contra de esta propuesta, desde la Asociación Nacional de Fabricantes (Anfac) consideran que el sistema de etiquetado actual ha demostrado ser eficiente para identificar al parque contaminante, y que los consumidores están comenzando a considerarlo dentro de su decisión de compra. «El actual sistema debe consolidarse y hay que poner más el foco en la parte del parque automovilístico que o no tiene etiqueta o tiene la etiqueta B, y que por lo tanto es la más emisora de partículas y de NOX».
Desde Anfac consideran que los híbridos enchufables son una herramienta muy eficiente «para que el ciudadano se acerque cada vez más a los vehículos electrificados con enchufe, porque todavía no hay una infraestructura de recarga suficiente para los cien por cien eléctricos». Por eso afirman que «no es el momento más oportuno para eliminar a los híbridos enchufables de la categoría CERO emisiones».
Entienden que es necesario facilitar la transición hacia los vehículos con menos emisiones y avanzar en la recuperación del mercado dejando que «esta herramienta se consolide y se potencie, evitando generar mayores incertidumbres en los consumidores».
Según sus datos, actualmente un 36,9% del parque no está etiquetado y un 34,9% tiene etiqueta B.