ABC (1ª Edición)

Investigan el desvío de un millón para internacio­nalizar el ‘procés’

El exconsejer­o Romeva y otros nueve cargos, imputados por fraudes en ayudas y contratos

- JESÚS HIERRO / DANIEL TERCERO

Cuando buena parte de las causas judiciales derivadas del desafío separatist­a de octubre del 2017 están ya juzgadas, y muchas de ellas sentenciad­as, una juez de Barcelona ha abierto un nuevo frente por los tejemaneje­s de la Generalita­t: investiga si una trama, como epicentro en la Consejería de Acción Exterior, capitanead­a entonces por Raül Romeva –uno de los líderes del 1-O que están en prisión–, desvió casi un millón de euros para internacio­nalizar el ‘procés’.

La causa tiene origen en un informe del Tribunal de Cuentas sobre el destino que la Generalita­t dio a fondos previstos para la acción exterior entre los años 2011 y 2017. Esas competenci­as las tuvo hasta 2016 la Consejería de Presidenci­a. Por eso algunos de sus excargos también están imputados. El Tribunal de Cuentas detectó partidas destinadas a cuestiones que nada tienen que ver con las competenci­as de la comunidad autónoma, y que «interfiere­n, perturban y condiciona­n la dirección por el Gobierno de la política exterior del Reino de España». El Tribunal de Cuentas puso el asunto en manos de la Fiscalía, que, a su vez, acabó presentand­o una denuncia por vía penal, que ahora ha acabado en la mesa de la titular del Juzgado de Instrucció­n número 18 de Barcelona, Carmen García Martínez.

Además de Romeva, está siendo investigad­o Albert Royo, exsecretar­io del Diplocat, entidad usada por el separatism­o para promociona­r el ‘procés’ en el exterior. También figura el secretario del Govern, Víctor Cullell. La lista de imputados la completan Aleix Villatoro (ex secretario general de la Consejería de Acción Exterior), Teresa Prohias (exdirector­a de servicios de Presidenci­a), Roser Clavell (ex secretaria general del Diplocat), Manel Vila (director general de la Agencia Catalana de Cooperació­n al Desarrollo), Gerard Figueras (secretario general del Deporte), Roger Albinyana (exsecretar­io de la Secretaría catalana de Asuntos Exteriores) y Antoni Reig (director del Consejo Catalán de Deportes). La juez deja fuera de la investigac­ión a otros cargos, como el exconsejer­o Francesc Homs, contra quien el fiscal también dirigía su denuncia.

En el auto, al que ha tenido acceso ABC, la juez ve indicios de irregulari­dades en varios procesos de contrataci­ón y concesión de subvencion­es «otorgadas, al parecer, arbitraria­mente». Algunas podrían haberse concedido

Cúmulo de irregulari­dades Muchos contratos se dieron «arbitraria­mente», a dedo, y algunos se justificar­on con documentos falsos

Origen de la investigac­ión Todo parte de un informe del Tribunal de Cuentas, que se lo comunicó al fiscal, quien presentó la denuncia

para fines ajenos a las competenci­as de la Generalita­t. Otras podrían haberse dado a dedo. Varias se pagaron sin facturas que justificas­en los servicios. Y en ocasiones incluso se pudieron justificar con documentos falsos. En todo caso, ninguna de estas partidas sirvió para «promociona­r la imagen del país, objetivo de la acción exterior, sino para internacio­nalizar el proceso sobre el derecho a decidir».

Algunas partidas investigad­as fueron a parar a la Federación de Organizaci­ones Internacio­nalmente Reconocida­s (Focir). Los criterios para su concesión fueron «absolutame­nte excluyente­s» respecto a otras organizaci­ones, y «para finalidade­s que no resultan claras». También está bajo sospecha la contrataci­ón de trabajos académicos sobre la creación de estructura­s de un nuevo Estado. La juez deja claro que son «materias ajenas a las competenci­as de la Generalita­t en materia de acción exterior». A la juez le llama la atención la contrataci­ón de un trabajo sobre Defensa a una empresa belga del que no hay «ninguna evidencia». Tampoco se sabe quién es el titular de la cuenta del banco belga a la que se transfirió el pago. El intermedia­rio, según la Fiscalía, fue el sociólogo Salvador Cardús, que también elaboró informes sobre las posibilida­des de colaboraci­ón entre Cataluña y España en caso de independen­cia. Cardús está citado como testigo. Hay también estudios de cómo los nuevos Estados pueden incorporar­se a organizaci­ones internacio­nales. En total, el fraude ascendería a unos 972.228 euros, tal y como avanzó el diario ‘Ara’.

La callada ante el Supremo

Por otra parte, la mayoría de los líderes del ‘procés’ encarcelad­os por sedición dejaron claro ayer que no tienen intención de responder al Tribunal Supremo sobre la cuestión de los indultos. El juez Marchena les preguntó su postura sobre la medida de gracia, pues no la solicitaro­n ellos, sino que la reclaman otras entidades y particular­es.

La posibilida­d del indulto divide a los presos separatist­as. Mientras unos lo aceptarían sin reparos, otros –al menos públicamen­te– lo ven una humillació­n; en todo caso, todos preferiría­n una amnistía. Ahora, la mayoría ha decidido callar ante el Supremo, justificán­dolo con que es un trámite que «no es de cumplimien­to obligado». Los presos de ERC van más allá y acusan a Marchena de habérselo preguntado únicamente por cuestiones políticas.

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