Estados Unidos fuerza a Europa a liberar las patentes de las vacunas
La UE promete estudiarlo, pero Alemania ya adelanta que la propiedad intelectual de las farmacéuticas «ha de ser preservada»
El apoyo de Estados Unidos a la liberalización de las patentes de las vacunas ha pillado a la Unión Europea por sorpresa y le obliga a entrar en un debate que le incomoda claramente. Después de que Bruselas hubiera sostenido que no creía que fuese la mejor opción para garantizar la generalización de la vacunación en el mundo, la presidenta de la Comisión Ursula Von der Leyen tuvo que anunciar ayer que está dispuesta a discutir cualquier propuesta «eficaz y pragmática» para acelerar la difusión de las vacunas en todo el mundo.
Von der Leyen se limitó a decir que en la UE «estamos listos para discutir el modo en que la propuesta de Estados Unidos para la exención de la protección de la propiedad intelectual para las vacunas, podría ayudar a lograr ese objetivo». En otras palabras, que no está claro que piensen que suspender las patentes sea esa solución eficaz para distribuir masivamente estos preparados en todo el mundo.
Más exportaciones
En realidad, mientras llegaban las noticias de que la Administración norteamericana se había mostrado favorable a las tesis de anular las patentes, los embajadores de los países miembros acordaban prorrogar hasta, al menos, finales de junio el control europeo de exportaciones de vacunas. Pese a este mecanismo, la UE es la entidad que más vacunas ha exportado al resto del mundo, por ahora más de 200 millones de dosis, tantas como las que se han distribuido en Europa, aunque los principales destinatarios son países como el Reino Unido, Japón y Canadá y no tanto a los más pobres de África o Asia. La Comisión cree que –en referencia a Estados Unidos- sería más sencillo «alentar a otros países a hacer lo mismo y aumentar masivamente sus exportaciones».
Hasta ahora, las instituciones europeas se habían pronunciado en contra de levantar de forma generalizada la protección de las patentes y había propuesto a cambio una fórmula voluntaria por la que las farmacéuticas podrían ceder esos derechos a través de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Los expertos de la Comisión habían sostenido que el principal problema para aumentar la producción de vacunas en el mundo no eran las patentes sino la falta de productos esenciales para elaborarlas y de capacidad de producción de la industria.
Sin embargo, ayer mismo países como Francia, Italia e incluso España se pronunciaron a favor de las tesis norteamericanas para eliminar los derechos de los laboratorios que han desarrollado las vacunas. El presidente francés Emmanuel Macron consideró que las vacunas deben ser «un bien público mundial. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz afirmó ayer que España asume su compromiso «con un bien público internacional como es la salud», por lo que «caminará junto a la comunidad internacional para suspender las patentes». Sin embargo, la canciller alemana Angela Merkel sostiene que la propiedad intelectual de las farmacéuticas «ha de ser preservada» y que la propuesta norteamericana implica «graves complicaciones». En la «cumbre social» que se celebra hoy y mañana en Oporto los líderes europeos tendrán ocasión de intentar adoptar una posición común.
Reglas más flexibles
Para la UE, las reglas de la Organización Mundial de Comercio sobre patentes son lo bastantes flexibles como para que los laboratorios puedan difundir el conocimiento y la tecnología de forma voluntaria a través de acuerdos de licencia. También sostienen que no se puede tratar igual a países que no tienen tecnología propia o a los que sí disponen de una infraestructura y, en fin, temen que se detengan las inversiones en el desarrollo de nuevas vacunas todavía en proceso de elaboración.
Por ahora y después de una larga mañana de preguntas formuladas en todas direcciones, la Comisión no pudo expresar una posición que signifique un apoyo claro a la propuesta de eliminar las patentes. La tesis oficial por ahora es que la UE «está dispuesta a contribuir activamente a un diálogo abierto y completo con todos los miembros de la OMC para explorar cómo el sistema de comercio multilateral basado en normas puede respaldar mejor el acceso universal y equitativo a las vacunas y tratamientos Covid-19». Ni siquiera la comisaria de Sanidad, Stella Kiriakides, fue capaz de salir de estos límites en su comparecencia para presentar sus planes para fomentar el desarrollo de tratamientos para la Covid-19.
En Estados Unidos el anuncio de Biden de apoyar un levantamiento temporal de las patentes también ha generado reacciones contrarias. La decisión, un cambio radical frente a la postura mantenida hasta ahora, fue celebrada por activistas, demócratas y organizaciones internacionales y condenado por republicanos y por buena parte de la industria. «Cuando se escriba la historia de esta pandemia, la historia recordará la decisión tomada por el Gobierno de EE.UU. de hacer lo correcto en el momento adecuado», aseguró John Nkengasong, director de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de África.
Mientras que en EE.UU. el 55% de la población adulta ha recibido al menos