El precedente de la epidemia del VIH
N. R. C.
Estados Unidos ha dejado la pelota botando en el tejado de Europa. Ahora queda un largo camino de negociación que no se resolverá solo con voluntad política. Aunque la exención de patentes es un mecanismo previsto por la Organización Mundial del Comercio, solo existe un precedente con la epidemia del sida. En 2001 se acordó una exención para suministrar antirretrovirales genéricos a países que carecían de la capacidad de fabricación necesaria. El acuerdo solo beneficiaba a los países con menos recursos y ahora habrá que decidir si la suspensión de patentes afecta a todo el mundo mientras dure la pandemia o solo se beneficiarán los territorios con rentas más bajas.
Queda aún un largo proceso, con complejas negociaciones antes de que las vacunas fluya a todo el mundo. Otro de los detalles importantes es cómo se compensa a las grandes compañías farmacéuticas. Salvo que las empresas renuncien a una indemnización por una cuestión de imagen, habrá que negociar la cuantía de los royalties. «No es fácil el camino, pero es un primer paso de una decisión que nos beneficiará a todos, incluso a Europa donde tenemos un problema de producción de dosis», asegura Vanessa López, de Salud por Derecho. La transferencia de tecnología es otra piedra en ese camino, pero si se resuelve, «la producción de las vacunas se podría llevar a cabo en los países menos desarrollados, y esto puede suponer un antes y un después en la lucha contra el virus».