Crisis real o imaginada
¿Por qué resulta más bien engañoso hablar de una desbordada frontera sur de Estados Unidos?
Hay clichés que por repetidos no dejan de resultar menos engañosos. Desde antes incluso de la toma de posesión del presidente Biden, se viene hablando en EE.UU. de una nueva crisis en la frontera sur. Sin que falte una cobertura aderezada con fotografías de menores, acompañados de miseria y desesperación pero no de adultos, intentando cruzar la linde del río Grande. Y un debate público recargado de oportunismo político sobre la incapacidad del nuevo Gobierno federal y la imposibilidad de aprobar una sustancial reforma de inmigración.
Tal y como argumenta la socióloga Cecilia Menjívar, profesora de la Universidad de California en Los Ángeles, «el pánico sobre una crisis en la frontera y sus consecuencias empieza a disiparse cuando la evidencia empírica entra en la discusión». Una discusión que suele resultar tan acalorada como propicia a las mentiras. Con el riesgo de terminar comparando naranjas con manzanas.
Aunque los aproximadamente 15.000 menores que las autoridades fronterizas encontraron en los dos primeros meses de 2021 parecen muchos más que las 12.758 aprehensiones de menores registradas durante el mismo periodo de 2019, una diferencia semántica puede explicar esa disparidad. Mientras que el Departamento de Seguridad Nacional clasificó las cifras de 2019 como ‘aprehensiones’, las de 2021 fueron calificadas de ‘encuentros’.
Dado que los solicitantes de asilo son ahora a menudo retornados sin ser detenidos, la misma persona puede intentar cruzar de nuevo y ser ‘reencontrada’. Aunque la clave es que los menores no acompañados representan un mínimo porcentaje del número total de los 180.000 ‘encuentros’ registrados en los primeros meses de 2021. Cifra a su vez bastante inferior a la registrada hace dos décadas, con más de un millón de ‘aprehensiones’ anuales. La evidencia empírica a la que se refiere la profesora Menjívar más bien demuestra que las crisis en la frontera sur tienden a ser más imaginadas que reales. Y con frecuencia, resultado de decisiones políticas como el llamado Título 43 utilizado por la Administración Trump para suspender el derecho a solicitar asilo.