Nadal siembra dudas sobre los Juegos
▶ El balear, siempre ilusionado con la cita olímpica, dice que no tiene clara su agenda
A 71 días del inicio de los Juegos, Rafael Nadal desliza una sospecha del todo inesperada. El tenista, oro en individuales (2008) y en dobles (2016), siempre con el espíritu olímpico por bandera, no tiene claro su presencia en Tokio. No deja de ser un interrogante, pero ayer, desde Roma, dejó una reflexión inquietante: «Los Juegos siempre han sido una superprioridad para mí. En un mundo como el que vivimos a día de hoy claro que los Juegos siempre están en una posición de privilegio, pero las cosas son cambiantes. La realidad es que llevamos casi un año y medio de pandemia y yo lo único que digo es que ahora las decisiones se toman más a corto plazo que a largo plazo». No dice que no vaya a jugar, pero tampoco asegura tajantemente su presencia en la cita japonesa, en buena parte condicionada su duda por la pandemia y el estresante ajuste de su agenda. «Mis calendarios no los hago con seis meses de antelación, los hago con semanas y depende de cómo evolucionan las cosas, y también que tengo casi 35 años, tomo las decisiones en base a lo que mi cuerpo y mi cabeza me exigen en cada momento».
Su cuerpo, efectivamente, pide un poco de prudencia y Nadal asume que ya no puede pegarse las palizas de antes. Hoy empieza a jugar en Roma (contra Jannik Sinner, debut duro), piensa inevitablemente en Roland Garros y el hecho de que se haya movido una semana el grande parisino hace que se tenga menos tiempo para preparar Wimbledon. Además, el ‘major’ británico finalizaría el 11 de julio y los Juegos empiezan el 23, apenas sin margen para adaptarse ya que también deberán pasar una especie de cuarentena en la capital nipona. Además, en Tokio el tenis
RAFAEL NADAL «El calendario depende de cómo evolucionan las cosas; tengo casi 35 años, decido en base a mi cuerpo y mi cabeza»
se celebra del 24 de julio al 1 de agosto y después están programados los torneos por el cemento de Estados Unidos como antesala del US Open. Más comprimido, imposible.
Es, no cabe duda, un Nadal mucho más comedido que aquel jugador que se enfrentaba a todo siempre que las lesiones no se lo impidiesen. Reducido cada curso su calendario, ahora prioriza y se esmera en Roma para recuperar las sensaciones que perdió de repente en el Mutua Madrid Open, frenazo en seco justo en pleno despegue. En «Madrid jugué muy bien, pero luego tuve dos juegos malos y todo se perdió. Pero jugué en mi mejor nivel de los últimos tiempos. Aquí me tuve que adaptar a nuevas condiciones, eso requiere tiempo, pero estoy listo». Sinner, 19 años y 18 del mundo, es una prueba de fuego.