Pedro Guerra «Los países ricos tenemos que enviar vacunas gratis a los pobres»
Cuenta Pedro Guerra que Fellini siempre tuvo en mente realizar un filme que se llamaría ‘El viaje de Mastorna’, y que en ese afán, terminó filmando todas sus películas, pero nunca aquella tan pensada y deseada. Esa misma utopía convenientemente inalcanzable es la motivación de la canción ‘El Viaje’, que da título a un nuevo disco que comenzó a gestarse hace dos años, cuando decidió reunirse con el productor Pablo Cebrián para componer un par de temas, y más tarde, al sentir una química especial, para grabar juntos el disco número dieciocho del cantautor canario.
—Es curioso que usted y Cebrián, dos canarios veteranos de la música, no hubieran trabajado antes en un disco. —Nos conocemos desde hace mucho tiempo, porque él participó en una reunión del Taller Canario, el grupo en el que yo estuve hace años. Pero no teníamos contacto ni habíamos trabajado juntos. Coincidimos en alguna cosa de trabajo, y le propuse hacer canciones. En ese proceso conectamos tan bien que salió de forma natural la idea de que produjera el álbum.
—La canción que abre el disco, ‘Cara y Cruz’, tiene algo muy especial.
—Es la única del álbum que es antigua. Cuando vine a vivir a Madrid en 1993 ya la cantaba en Libertad 8, pero por cosas de la vida, nunca llegó a formar parte de un disco. Cuando se la enseñé a Pablo me dijo: «¿Pero cómo tenías esto guardado? ¿Cuántas de estas tienes en los cajones?».
—‘La arena del circo’ y ‘Sueño’ son las únicas canciones políticamente explícitas del álbum.
—‘La arena del circo’ surgió mientras leía un libro sobre los gladiadores y el circo romano. Encontré un claro paralelismo con muchas cosas que están pasando hoy en día, con cosas que vemos en la televisión, y con las redes sociales y sus linchamientos sociales, que te pueden caer de cualquier lado por lo más inesperado. ‘Sueño’ habla de la inmigración, un tema que ya he tratado en otras ocasiones, pero que se va a poner peor con la pandemia. Acentuará las desigualdades, y va a ser dramático cuando no se deje pasar a los inmigrantes de países donde no ha habido vacunación. Los países ricos tenemos que enviar vacunas gratuitamente, aunque sea por egoísmo, por nuestro bien.
—¿Qué sintió al ver las imágenes de jolgorio callejero el fin de semana pasado?
—Miedo, indignación y pena. La gente está tan agotada que piensa que el virus ya no está, pero sí está. Ese jolgorio hay que llevarlo a las calles cuando le demos la estocada final. Ahí sí podremos salir todos a la calle a celebrarlo. ¿Pero celebrar que haya terminado el estado de alarma? ¿Qué sentido tiene? ¿Celebrar que somos libres? ¿Libres de qué? Me apena mucho esa utilización de la palabra libertad.
—Hablando de libertad, ¿sabe que Libertad 8 y el resto de las salas de conciertos se han quedado sin ayudas del Inaem este año?
—No lo puedo entender. Son una parte importantísima de la oferta cultural de las ciudades, y son la única posibilidad de actuar para la mayor parte de los músicos. No todos pueden ir al WiZink Center. En fin…, me cabrea porque no se puede entender.