Irán desafía al Gobierno de Biden con el envío de armamento a Venezuela
► La inteligencia norteamericana cree que dos buques iraníes en el Atlántico se dirigen a costas venezolanas ► El Capitolio ha preguntado al jefe del Pentágono por esos dos navíos, y este admite su «preocupación»
Mientras la Administración Biden decide cuál va a ser su política con respecto a Venezuela, Irán le lanza un desafío. Un destructor iraní y un buque de apoyo surcan en este momento el Atlántico con armamento hacia Venezuela.
Mientras la Administración Biden decide todavía cuál va a ser su política con respecto a Venezuela, Irán ya ha tomado la delantera, en un claro desafío a Washington. Un destructor iraní y un buque de apoyo surcan en este momento el Atlántico en una misión poco común, de la que el régimen teocrático ha dado pocos detalles. La inteligencia estadounidense sospecha que el último destino de esos buques es Venezuela, donde pueden estar trasladando armamento.
El destructor Sahand y el buque de reconocimiento y recopilación de inteligencia Makran partieron el mes pasado del puerto de Bandar Abbas, en el sur de Irán, según dijo en la televisión estatal el almirante Habibollah Sayyari, subjefe del ejército de Irán. Este describió la misión como el viaje «más largo y desafiante» de la armada iraní hasta el momento, sin dar más detalles.
Es más: varias imágenes de satélite de la tecnológica Maxar Technologies fechadas el 28 de abril muestran en la cubierta del destructor Makran siete naves pequeñas de ataque rápido iraníes que suele usar la Guardia Revolucionaria. Esas naves de ataque rápido a bordo del Makran son del mismo tipo que suele emplear la Guardia Revolucionaria en sus frecuentes encontronazos con buques de guerra estadounidenses en el golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz.
Fuentes de la administración estadounidense, que han hablado de este asunto con un reducido número de medios bajo condición de anonimato, han dicho estar convencidas de que el destino final es Venezuela, con cuyo régimen la teocracia iraní tiene una estrecha relación y al que ha apoyado incluso con el envío de fuel, a pesar de las sanciones de EE.UU. «Tomaremos las medidas necesarias», dijeron a ABC esas fuentes.
Tanta inquietud ha causado este asunto en Washington, que ya ha sido abordado en el Capitolio. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, dijo el jueves en una vista oral ante el legislativo que está preocupado por la presencia de esas dos embarcaciones iraníes en el Atlántico que según los informes antes mencionados se dirigen a Venezuela con armas.
«Estoy absolutamente preocupado por la proliferación de armas, cualquier tipo de armas, en nuestra zona», dijo Austin en respuesta al senador demócrata Richard Blumenthal. Este senador fue más allá y dijo que se cree que los dos barcos «transportan armas que cumplirían con un acuerdo que Irán y Venezuela hicieron hace un año… Hay informes de que Venezuela estaba considerando comprar misiles de Irán, incluidos los de largo alcance».
En agosto de 2020, el presidente colombiano, Iván Duque, dijo que Nicolás Maduro está interesado en comprar misiles a Irán. «Hay información de organismos de inteligencia de carácter internacional que trabajan con nosotros, donde se muestra que hay un interés de la dictadura de Nicolás Maduro de adquirir unos misiles de mediano y largo alcance a través de Irán», señaló el mandatario en un discurso. «Se han venido haciendo esas aproximaciones particularmente con la instrucción [del ministro de Defensa Vladimir] Padrino».
Maduro respondió después que «no es mala idea» que su régimen compre misiles antiaéreos a Irán. «No es mala idea, Iván Duque, no lo habíamos pensado, de verdad. Cuando yo escuché a Iván Duque dije: Dios mío, y por qué no habíamos pensado eso, si Irán tiene tremenda tecnología», dijo con sorna el mandatario durante una reunión virtual del Congreso Bolivariano de los Pueblos.
Preguntado ayer por el asunto en Washington, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, se negó a especular sobre lo que transportaban las embarcaciones y solo dijo que «si se trata de una misión para
transferir armas o para violar obligaciones internacionales, estamos preparados para responder, incluidas las sanciones, contra cualquier actor que permita el suministro continuo de armas por parte de Irán a socios violentos y satélites»
Las negativas
Durante una conferencia de prensa el 31 de mayo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh, se negó a decir adónde se dirigía el Makran. «Irán siempre está presente en aguas internacionales y tiene el derecho de hacerlo de acuerdo con el derecho internacional», dijo. «Ningún país puede violar este derecho, y advierto en contra de que nadie cometa errores de cálculo», añadió.
Hace apenas dos semanas, el buque de mayor envergadura de la armada iraní ardió y se hundió en el golfo de Omán, bajo circunstancias no esclarecidas, según las agencias estatales. Este nuevo e inusual viaje de los dos buques iraníes en el Atlántico se produce antes de las elecciones presidenciales de Irán previstas para hoy, en las que los votantes elegirán al sucesor de Hasán Rohani, al que se ha considerado un moderado.
Informes de inteligencia norteamericanos han revelado en años recientes que la fuerza Quds, unidad de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en operaciones de injerencia internacional, busca establecerse en Sudamérica por medio de Venezuela y opera esencialmente desde la embajada iraní en Caracas, protegida por el chavismo.
En enero de 2020, el expresidente Donald Trump autorizó un ataque con drones en Irak con el que mató al comandante de esa misma fuerza Quds, el general Qassem Suleimani. Durante años, el papel de este fue la supervisión de las operaciones exteriores de esas brigadas, desde Afganistán, hasta América Latina, pasando, sobre todo, por Irak y Siria.