Tres mil magrebíes permanecen en Ceuta tras la avalancha de mayo
El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, no quiso levantar la voz contra el Gobierno en los días posteriores a la avalancha migratoria orquestada por Marruecos para presionar a España. La crisis con el país norteafricano estaba en su punto álgido y, en aquellas jornadas, en la ciudad autónoma los esfuerzos estaban centrados en capear el temporal. Ahora que ya ha pasado lo más duro de la tormenta, Vivas pide a Pedro Sánchez que cumpla y busque una solución para los, según sus cálculos, 3.000 magrebíes que todavía permanecen en territorio ceutí.
«Se han quedado unas 3.000 personas entre adultos y menores y muchas están en una situación de absoluta precariedad», denunció ayer en rueda de prensa el presidente de la ciudad autónoma, quien consideró que la situación es «insostenible». Así,
Vivas miró hacia La Moncloa en busca de soluciones: «Si analizamos la causa y la dimensión del problema y las competencias de cada administración, esto lo debe y sólo lo puede resolver el Estado cuanto antes para evitar que el daño sea irreparable».
Según detallan fuentes municipales consultadas por ABC, de las 3.000 personas rezagadas en la avalancha migratoria –cuando según los últimos datos del Ministerio del Interior accedieron 10.000 magrebíes– cerca de 1.000 serían menores y el resto, adultos. Estos últimos, en su mayoría, se organizan en asentamientos al aire libre o en edificios que están abandonados.