Ecologistas llevan al Gobierno ante el Supremo por su «insuficiente» plan climático
Tribunales de todo el mundo están obligando a los gobiernos a endurecer su lucha contra el cambio climático. Ya ha ocurrido en Holanda, en Alemania o en Francia. Y, ahora, ONG y ecologistas quieren que ocurra en España. Consideran que los objetivos fijados por el Gobierno para reducir en 2030 un 23% las emisiones de efecto invernadero respecto a 1990 son claramente «insuficientes». Por ello ayer presentaron ante el Tribunal Supremo un recurso. Quieren que ese recorte de emisiones sea, al menos, del 55%, en línea de lo que indica la ciencia para evitar sobrepasar un calentamiento global de 1,5ºC.
El primer litigio climático de España fue iniciado el pasado septiembre por Ecologistas en Acción, Greenpeace y Oxfam Intermón. El motivo era la inacción del Gobierno en la lucha climática y, en concreto, la falta de un plan para recortar emisiones. Pero el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima fue finalmente aprobado en marzo. Y en él se fijaba el objetivo de reducción de emisiones del 23% para 2030.
«Ahora impugnamos el contenido del plan porque es insuficiente», explicó ayer la abogada de Greenpeace y Ecologistas en Acción, Lorena Ruiz-Huerta. Lo hacen a través de un recurso, en previsión de que su primera causa sea archivada. Además, inspirados en los litigios que han tenido éxito en otros países, se han sumado a la demanda jóvenes de Fridays for Future y la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, lo que da «legitimidad» al proceso, planteó la abogada. «Los tribunales han considerado que cuando los gobiernos no protegen adecuadamente el clima y no combaten adecuadamente el cambio climático, están vulnerando los derechos fundamentales de las generaciones presentes y futuras», aseguró Ruiz-Huerta.
El proceso aún puede tardar unos dos años en dar resultados, pero para los implicados es también un litigio estratégico, que sirva para movilizar a la población y devolver el cambio climático a la actualidad. «Se ha desviado la atención», reconoce Pere Joan Jeremía, uno de los jóvenes firmantes del recurso. No abandonarán las protestas, pero ven en los tribunales una vía de acción complementaria. «Cuando ni las demandas científicas, ni el activismo ecologista, ni la participación en procedimientos reglados se plasman en unos objetivos climáticos suficientes, es la hora de los tribunales», dijo Jaime Doreste, abogado en el proceso.