‘En un barrio de Nueva York’: las raíces latinas del sueño americano
La adaptación del musical de Broadway de Lin-Manuel Miranda llega cargada de bailes
Los tiempos cambian y, con ellos, los sueños. Igual que cuando tras la Gran Depresión los musicales de Ginger Rogers o Fred Astaire amenizaron la transición del mudo al sonoro y salvaron a Hollywood de la ruina, la película de ‘En un barrio de Nueva York’ es un acontecimiento que aspira a recuperar, después del coronavirus, el ritual de los cines con algo familiar.
Repleta de calor y color, emoción y diálogos entre español e inglés, la embriagadora adaptación del musical de Broadway de Lin-Manuel Miranda, dirigida por Jon M. Chu, llega para celebrar la vida. Una fiesta con ritmo latino, donde se canta hip hop y se baila merengue o salsa; donde escapar o ganar la lotería son la excusa, pero la meta es perseguir los ‘sueñitos’ que nos conforman como seres humanos. «Una cosa que he aprendido en el camino es que el sueño no es el objetivo, es el proceso en cada paso del camino», afirma Qiara Alegría Hudes, que adapta el guion «con valentía y sinceridad», según el propio Miranda. Protagonizado por Anthony Ramos, ‘En un barrio de Nueva York’ se cuela en el vecindario de Washington Heights a través de la ingenua mirada de Usnavi, un dominicano que ha crecido en Estados Unidos y que aspira a recuperar sus raíces volviendo a su patria, un paraíso perdido por las promesas de la tierra de las oportunidades. Como él, muchos de los personajes de este musical que orbita en torno a la búsqueda de la identidad, y donde diálogos se susurran, los consejos se cantan y la euforia se vive en cada baile.
«Con suerte, esa tenacidad será una bola de esperanza para que todo el mundo logre lo que se propuso antes del revés del coronavirus», vaticina Ramos, convencido de que ‘En un barrio de Nueva York’ contagiará la ilusión y la vitalidad de los residentes latinos de Washington Heights, y también «la emoción de estar de nuevo al aire libre».