La brújula que apunta al sur

‘EL INGLÉS QUE COGIÓ UNA MALETA Y SE FUE AL FIN DEL MUNDO’ Directores: Gillies MacKinnon. Intérpretes: Timothy Spall, Phyllis Logan, Grace Calder...

El director, Gillies MacKinnon, titula su película ‘The last bus’, aunque para nosotros se alarga lo suficiente el título como para ser casi un ‘spoiler’, porque, en efecto, esa es la historia que cuenta, la de un inglés, un anciano que acaba de enviudar y que emprende una larguísimo viaje desde el extremo norte del Reino Unido hasta el pueblo más alejado de la costa sur.

Con algo de ‘historia verdadera’, en su sentido literal y de Lynch, la película es el viaje de ese anciano de autobús en autobús, su firme propósito de llegar a su destino (las motivaciones, el empeño y la intención se irán entendiendo durante el viaje y algún que otro ‘flashback’) y los personajes y peripecias que se le cruzan…, nada del otro mundo, pero suficiente para que su protagonista conecte con enorme eficacia sentimental el asiento de bus con la butaca del cine.

El actor Timothy Spall se recubre con gran potencia y fragilidad de la piel de su personaje y permite que su cara de estupor y sus belfos de pachón sean el termómetro de los pequeños y cotidianos dramas que va viviendo. Siempre se le puede pedir a estas ‘road movies’ una punta de cayena que sazonen con un algo más de corrosión o de efecto lacrimógeno el relato, o digamos, más ‘chicha’, pero la de este anciano con principios solo busca un final que elogie su empresa. Algo que nunca es poco.