La normalidad es lo que más se busca
Garamendi, presidente de la CEOE, dijo sí a los indultos en TVE
No sorprendió a nadie. La cosa estaba clara, y solo faltaba ver cómo y dónde se haría. La Iglesia catalana ya se pronunció y quedaban los empresarios por dar el sí público a los indultos. Fue Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, en TVE, el programa ‘Cafè d’idees’, y a la periodista Gemma Nierga.
La trayectoria profesional de Nierga es simbólica: de TV3 a la SER y de la SER a TVE. Del pujolismo a la televisión pública española vía grupo Prisa. Kalise para todos, ofrecía Iniesta; ‘Pujolisme’, diría Nierga, autora de aquellas inolvidables palabras: «Ustedes que pueden, dialoguen, ¡dialoguen!». Dialoguen con ETA.
Con estos antecedentes, no podía sorprender que al golpe de la DUI lo llamara «convulsión política de octubre de 2017». Ella habló de diálogo y Garamendi siguió solo: «Si las cosas se normalizan, bienvenidos sean (los indultos)». Está bien que la CEOE aclare su idea de normalidad: el chantaje, la desigualdad, el desacato a la justicia y el privilegio. Efectivamente: ha venido siendo lo normal.
Para esta añorada normalidad, Garamendi pone una única condición y es que todo esté «dentro del Estado de Derecho». No dijo ley, no dicen ley, ni hablan de jueces. Porque no es exactamente la ley, sino el Estado de Derecho: el Estado ante el derecho y, sobre todo, el derecho que sale del Estado; ponerle membrete y firma a lo que evacúen sus entresijos. Esto no es democracia, ni justicia, ni legalidad (y mucho menos honor o patriotismo) es ‘normalidad’ y es lo que prefiere el empresariado español para hacer lo que mejor hace desde Franco, succionar recursos y favores públicos.
Ahora están a la piñata de los fondos europeos, cuyo esquema es más o menos el siguiente: el dinero para nosotros, las reformas para vosotros; así que de un sector tradicionalmente faldero, mamífero y corruptor no se puede esperar otra cosa que no sea traición a la legalidad, a la justicia y a la igualdad de los españoles, aunque, mientras lo hacen, disfrazarán su codicia hablando de «cohesión e igualdad social», que es la publicidad que le han puesto a su reparto del dinero.