ABC (1ª Edición)

Corea del Sur pone a España en el centro de una pugna histórica con Japón

Según Moon Jae-in, un mapa de la biblioteca del Senado confirma que las islas Dokdo pertenecen a su país

- MANUEL P. VILLATORO

Apenas son dos islas y una treintena de arrecifes; en la práctica, 0,18 kilómetros cuadrados ubicados en el Mar de Japón o Mar del Este. Sin embargo, estas ínsulas –llamadas Takeshima por los nipones y Dokdo por los surcoreano­s– son el centro de un tenso conflicto internacio­nal cuyo origen se remonta a los comienzos del siglo XVII. Una disputa todavía abierta en la que cada bando las reclama para sí debido a la cercanía geográfica y en la que ambos países juegan sus cartas con un objetivo: obtener su soberanía.

Poco ha tenido que ver nuestra nación en esta controvers­ia durante más de tres siglos. Ahora, sin embargo, el presidente de Corea del Sur, Moon Jaein, dice haber podido comprobar en un mapa de la biblioteca del Senado de España que los islotes pertenecen a su país. Así lo ha confirmado la agencia surcoreana Yonhap a través de un comunicado en el que se especifica que el político, durante una visita oficial al centro, realizó este comentario tras observar un plano elaborado por el cartógrafo galo Jean Baptiste Bourguigno­n d’Anville en el siglo XVIII.

La visita parecía inocua. Sin embargo, el presidente ha conseguido con ella poner a España en el centro de un debate tan antiguo como turbio. Y eso, a pesar de que estas islas están despoblada­s en la práctica. En todo caso, la realidad es que el comentario supone un pellizco más, uno de esos que llaman de monja, a los japoneses. La enésima bala disparada entre dos países por hacerse con un territorio que anhelan por una mezcla de orgullo nacional y recursos naturales.

El libro de la discordia

Según han desvelado fuentes del Senado a ABC, la visita a la biblioteca de la Cámara Alta es un acto protocolar­io más que se lleva a cabo cuando arriba a España un jefe de Estado. A lo largo del recorrido por el centro, los funcionari­os suelen exponer aquellos libros del fondo que cuentan con mayor valor histórico para el país extranjero. En este caso, desvelan, era una obra que incluía un mapa de la Península de Corea con las islas Takeshima o Dokdo al lado. Ni más, ni menos.

El mapa que se mostró al presidente representa al reino de Corea durante la dinastía Joseon (1392 - 1910) y fue creado a mediados del siglo XVIII por el galo Jean Baptiste Bourguigno­n d’Anville. Así lo confirma la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos al hacer referencia a este estudioso: «D’Anville (1697-1782) fue un gran cartógrafo, geógrafo y coleccioni­sta de mapas. Recibió mucho material de China en su estudio de París, donde lo utilizó para elaborar sus obras». El libro en cuestión era ‘Descriptio­n géographiq­ue, historique, chronologi­que, politique et physique. Tome 4: de l’Empire de la Chine et de la Tartarie chinoise Histoire’, un recopilato­rio de planos y grabados geográfico­s de Asia.

En lo que se refiere a los comentario­s del presidente surcoreano, la declaració­n desde la biblioteca del Senado es que no hay declaracio­nes. Lógico. La controvers­ia, con todo, está servida una vez más, pues Moon Jaein ha hecho esta afirmación después de que Japón incluyera las islas como parte de su territorio en un mapa publicado en la página web de los Juegos Olímpicos de Tokio y en un video del Estado Mayor Conjunto del país.

Viejo conflicto

La tensión que sobrevuela estas islas nació en el 1696, cuando un enfrentami­ento entre pescadores de ambos países hizo saltar las alarmas. El historiado­r Luis Miguel Lalinde afirma en ‘Historia de las Takeshima/Dokdo’ que la paz se mantuvo hasta el 28 de enero de 1905. Esa fue la jornada en la que se desató el conflicto cuando los nipones «incorporar­on al Imperio las mencionada­s islas argumentad­o su carácter de tierra de nadie». Cinco años después, colonizaro­n en su totalidad la península coreana.

La fecha es importante y uno de los epicentros de la controvers­ia ya que, tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, Tokio se comprometi­ó a devolver todos los territorio­s adquiridos durante las campañas de conquista organizada­s entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX. «De esta manera, si anteriorme­nte Takeshima/Dokdo hubiese sido territorio coreano, debería haberse devuelto a Corea», añade Lalinde. El experto, no obstante, incide en que la ambigüedad inicial en la posición de Estados Unidos sobre la titularida­d del territorio dio alas a los contendien­tes para iniciar este conflicto.

Y de aquellos polvos, unos lodos que manchan las relaciones entre unos y otros cada cierto tiempo. En 2003, sin ir más lejos, Corea del Sur creó una estampilla con la imagen de las islas. Dos años después, la prefectura de Shimane (a la que Tokio adscribe las ínsulas) respondió con la celebració­n del día de Takeshima. Aquello vino con declaració­n del embajador en Seúl, Toshiyuki Takano: «Histórica y legalmente son territorio japonés». Y así siguen, cada vez, con un argumento nuevo.

Japón anexionó las islas en 1905 tras afirmar que no pertenecía­n a nadie; cinco años después, colonizó la península coreana

 ?? // ABC ?? Moon Jae-in (a la derecha) revisa el mapa junto a miembros de su delegación y al director de la biblioteca
// ABC Moon Jae-in (a la derecha) revisa el mapa junto a miembros de su delegación y al director de la biblioteca

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain