Una jornada de ovaciones para el exbanquero Draghi
➤ El primer ministro italiano receta un crecimiento equitativo para salir de la crisis
Muchos ayer en la sesión de clausura de las jornadas anuales del Círculo de Economía se pusieron en pie para aplaudir, por momentos ovacionar, al primer ministro italiano, Mario Draghi, un perfil de político-economista muy del gusto de los empresarios, los primeros propagandistas de las salidas tecnocráticas cuando las cosas no acaban de ir bien. Los aplausos a Draghi –agasajado de manera consecutiva ayer en Barcelona por el Círculo de Economía y por Fomento del Trabajo– iban tanto por su desempeño actual como por sus anteriores funciones.
Ayer en el auditorio todos lo tenían muy presente. En la zona Euro las cosas no fueron bien durante muchos años. En verano de 2012, casi diez años ya, España estaba al borde del rescate y Europa temblaba en lo peor de la crisis. «Haré todo lo que sea necesario y, créanme, será suficiente». Bastaron unas palabras para que Draghi, entonces un recién aterrizado al cargo de presidente del Banco Central Europeo (BCE), calmara a los mercados. La prima de riesgo española caía 50 puntos en menos de dos horas. Lo peor había pasado. El peligro de la inflación
Ahora como presidente del Consejo de Ministros italiano pilota la salida de otra crisis, en este caso provocada por el Covid, para lo que reclamó coordinación y unidad dentro de la Eurozona para que la recuperación sea exitosa y llegue a todos los ciudadanos. Si en 2012 el BCE hizo lo que fue necesario, Draghi propugna ahora una política fiscal expansiva, a su criterio esencial para preservar el crecimiento, ya que eso permitirá reducir la carga de la deuda pública y privada. Eso sí, habrá que asegurar a los inversores que se volverá a la prudencia fiscal cuando la recuperación sea autosostenida, apuntó. «Es por eso que nuestro énfasis ahora está en el gasto fiscal no recurrente y por qué debemos concentrarlo cada vez más donde los efectos sobre el crecimiento son mayores. Un ancla a largo plazo ayudará a mantener bajas las tasas de interés y permitirá a los gobiernos continuar impulsando la inversión», afirmó.
Ahora mismo, y tal y como también señaló la presidenta ejecutiva de Banco Santander, Ana Botín, en su intervención en la primera jornada del encuentro empresarial en Barcelona, uno de los mayores riesgos es la inflación. Hay que «permanecer vigilantes», apuntó Draghi. En clave social, y quizás mirando por el retrovisor de lo que pasó en Europa hace diez años, Draghi pidió asegurar que la recuperación sea equitativa y sostenible, asumiendo que en el pasado reciente se olvidó la importancia de la cohesión social. «Dimos por sentada la democracia e ignoramos el riesgo del populismo», apuntó el dirigente italiano, informa Ep. «Al mismo tiempo, debemos asegurarnos de que durante este repunte prestamos una mayor atención al clima. No podemos dejar esta crisis de salud solo para caminar sonámbulos hacia una crisis ambiental», añadió.
Tras recibir el premio Círculo de Economía a la Construcción Europea, Draghi también fue galardonado por Fomento del Trabajo, en cuya sede se celebró el Foro de Diálogo España-Italia. Allí, volvió a subrayar la oportunidad que suponen los Fondos Next Generation EU, ante los que España e Italia, recordó, comparten estrategia. Sánchez, desatado
Pegado a Draghi durante toda la jornada, el presidente Pedro Sánchez se subió al carro del optimismo que en buena forma ha caracterizado las jornadas económicas celebradas estos días. «La recuperación va a ser poderosa», apuntó el presidente haciendo suyo el pronóstico de la citada Ana Botín –en los próximos meses España se va a «salir del mapa», dijo– y de los máximos ejecutivos de Inditex y Telefónica, que conformaron uno de los paneles del encuentro. «Las previsiones se van a quedar cortas», añadió Sánchez a la vez que anunciaba una probable revisión al alza de las mismas.
La aceleración del crecimiento económico que dijo el presidente se está detectando tendrá también traducción en el empleo. «De acuerdo con las proyecciones que están haciendo los distintos departamentos ministeriales, esperamos acabar el mes de junio con 181.000 afiliados más en términos desestacionalizados, lo que supone 222.000 más afiliados medios que en el mes de mayo», apuntó Sánchez ya desatado, poco después de anunciar el fin del uso obligatorio de las mascarillas en exteriores a partir del día 26. Sánchez dejó Barcelona andando a dos palmos del suelo.