ABC (1ª Edición)

Saab alega inmunidad diplomátic­a para eludir su juicio en EE.UU.

El juez le niega la libertad condiciona­l y fija el 1 de noviembre como fecha de inicio formal de la causa

- DAVID ALANDETE

Esposado a la espalda, vestido con el mono naranja que suelen llevar los detenidos en Estados Unidos, con el pelo largo y la boca cubierta por una mascarilla, Álex Saab compareció este lunes ante el juez federal John J. O’Sullivan del Distrito Sur de Florida. Lo hizo por videoconfe­rencia desde la prisión del condado de Broward, donde permanece detenido a la espera del juicio.

A Saab, de 49 años, se le veía serio, y movía incesantem­ente una de las piernas bajo la mesa. Pidió un traductor, para poder comunicars­e con el juez, aunque quien habló fue su abogado.

La vista oral duró menos de diez minutos. El magistrado le leyó sus derechos y los cargos en su contra y fijó el 1 de noviembre como fecha para reanudar las audiencias, mientras la defensa prepara el caso. El abogado Henry Bell, que representa al acusado, dijo que espera un recurso por supuesta inmunidad diplomátic­a.

Lo cierto es que el chavismo le concedió a Saab un pasaporte diplomátic­o para tratar de darle inmunidad en este tipo de procesos e incluso llegó a nombrarle miembro de la delegación chavista de manera virtual para que negociara con la oposición en la ronda de diálogo que tiene lugar en México y que auspicia Noruega. Pero la justicia de Cabo Verde ya desestimó esas alegacione­s para autorizar su extradició­n. A Saab la oposición le considera el testaferro de Nicolás Maduro.

«Está aquí en su primera comparecen­cia por una acusación en la que se le imputa un cargo de conspiraci­ón para cometer blanqueo de capitales y siete cargos de blanqueo de instrument­os monetarios», le dijo el juez O’Sullivan a Saab, que miraba al frente en una pequeña celda, sentado a una mesa, con un auricular de teléfono en el oído, después de que le quitaran las esposas los alguaciles.

La defensa solicitó la libertad provisiona­l, pero la Fiscalía alegó que existe riesgo de fuga, y el juez se la negó.

Ahora comienza un periodo de negociació­n, y Saab puede pactar con la Fiscalía si se declara culpable y a cambio de qué. La pena máxima de esos cargos es de 160 años de prisión, y normalment­e un acuerdo de colaboraci­ón permite una reducción de pena.

Lo cierto es que estas no son las únicas acusacione­s de corrupción que hay en contra de Saab en este momento. El Ejecutivo estadounid­ense le ha acusado de otros delitos, por los que ha sido sancionado por el Tesoro dos veces: en 2019 por fraude en ayuda humanitari­a mediante la manipulaci­ón de las llamadas bolsas Clap, y en 2021 por ayudar al régimen chavista a sortear el régimen de sanciones contra el petróleo. De momento, no ha anunciado el ministerio público norteameri­cano ninguna demanda aceptada a trámite por esos casos, pero es probable que la fiscalía esté investigan­do por su cuenta y en secreto.

Saab fue imputado el 25 de julio de 2019, junto con su socio Álvaro Pulido Vargas, que está en paradero desconocid­o, por ocho cargos: siete de blanqueo de capitales y un octavo de conspiraci­ón para ocultarlo.

La acusación formal alega que a partir de noviembre de 2011 o alrededor de esa fecha y hasta al menos septiembre de 2015, Saab y Pulido conspiraro­n con otros para lavar las ganancias de una trama de sobornos por medio de cuentas bancarias ubicadas en Venezuela y EE.UU., y que extrajeron 350 millones de dólares (unos 300 millones de euros al cambio actual) a cuentas en el extranjero.

Saab fue deportado de Cabo Verde el sábado a bordo de un jet del departamen­to de Justicia norteameri­cano que le trajo al aeropuerto internacio­nal de Miami, donde quedó bajo custodia de las autoridade­s federales. Había sido detenido por una orden de Interpol el 12 de junio de 2020 al repostar su jet en esas islas, que en principio no tenían acuerdo de extradició­n con EE.UU.

Finalmente, la justicia de Cabo Verde permitió su traslado, a pesar de las enormes presiones del chavismo y sus socios.

Según la fiscalía estadounid­ense, Saab y Pulido obtuvieron un contrato con el gobierno venezolano en noviembre de 2011 para construir viviendas para personas de pocos recursos. Pero aprovechar­on el tipo de cambio controlado por el gobierno de Venezuela, bajo el cual se podían obtener dólares estadounid­enses a una tasa favorable, presentand­o documentos de importació­n falsos de bienes y materiales que nunca fueron ingresados en Venezuela, e hicieron todo esto sobornando a funcionari­os.

También alega la fiscalía que las reuniones para cerrar el pago de sobornos se llevaron a cabo en Miami y que Saab y Pulido luego transfirie­ron el dinero del fraude a cuentas bancarias en el Distrito Sur de Florida. Por eso se le juzga en ese estado, donde ha sido extraditad­o.

Este caso fue investigad­o por la sede de la Agencia Antidroga (DEA, por sus siglas en inglés) en Miami con la ayuda del FBI. La División de Operacione­s Internacio­nales del FBI transportó a Saab desde Cabo Verde a EE.UU. a bordo de un jet.

Nervios en Caracas

La reacción del chavismo demuestra la importanci­a de Saab. Maduro se retiró unilateral­mente de la ronda de negociacio­nes con la oposición en México, amparadas por Noruega y que debían haberse reanudado el domingo. El régimen venezolano incluso llegó a nombrar a Saab como miembro de la delegación chavista de manera virtual para que negociara con la oposición que dirige Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, la posibilida­d de un acuerdo nacional para solucionar la crisis humanitari­a.

A las pocas horas de la extradició­n de Saab, el régimen chavista volvió a detener a cinco ciudadanos estadounid­enses y un residente permanente del mismo país que cumplían arresto domiciliar­io en Caracas. Se trata de los llamados «6 de Citgo», porque son exdirectiv­os de Citgo Petroleum Corporatio­n, filial de la estatal Pdvsa, a quienes detuvieron en 2017 en Caracas por cargos de malversaci­ón de fondos. Estaban bajo arresto domiciliar­io desde mayo y niegan los cargos.

A la audiencia de Saab, emitida por Zoom, se conectaron más de 350 personas, entre periodista­s y políticos venezolano­s.

Se abre un periodo en el que Saab puede negociar con la Fiscalía si se declara culpable, colabora, y le reducen la condena

 ?? ??
 ?? // ABC ?? El testaferro de Maduro, Álex Saab, desde la prisión de Florida desde la cual compareció ante el juez
// ABC El testaferro de Maduro, Álex Saab, desde la prisión de Florida desde la cual compareció ante el juez
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain