A por Ciudadanos
Solo hay una verdad en el relato socialdemócrata de Sánchez: su intento por disputar los votos naranjas a Casado
PEDRO Sánchez, gran asiduo a la posverdad, cerró su congreso lanzando la idea de que la tendencia electoral ha virado hacia la izquierda. Como las encuestas que se publican en España no le favorecen, el líder socialista utilizó el gran desconocimiento que existe en nuestro país sobre la política europea para vender la idea de que hay una ola socialdemócrata levántandose en los países vecinos que tendrá efecto arrastre en el nuestro. Y aquí tenemos a la izquierda hablando de una resurrección de la socialdemocracia que nadie aprecia en Europa.
Analicemos. El gran ejemplo de esa supuesta remontada es la victoria del SPD en Alemania. Pero su candidato, Olaf Scholz, ha ganado las elecciones siendo el vicecanciller de Angela Merkel, dibujándose como su mejor heredero y anunciando que continuirá con sus políticas económicas. Tal es así que hasta la copresidenta de su partido, Saskia Esken, ha dudado en público de que el próximo canciller siga siendo socialdemócrata. Y parece difícil defender que Pedro Sánchez conozca a Scholz mejor que Esken.
Sigamos por Francia. Si existe una ola socialdemócrata es evidente que tiene que sentirse en el Elíseo. Sin embargo, la candidata socialista a las próximas elecciones galas, al alcaldesa de París, Anne Hidalgo, no pasa del 5 por ciento en intención de voto, según las encuestas. A día de hoy parece claro que la próxima pugna por la presidencia francesa tendrá lugar entre Emmanuel Macron (liberal) y uno de los candidatos de la extrema derecha, ya sea Marine Le Pen o Eric Zémmour. Ni rastro, por tanto, de la socialdemocracia.
Terecera parada, Italia. Las recientes elecciones locales han traído victorias para el centroizquierda pero analicemos el contexto: las ciudades que votaban eran feudos tradicionales ‘rojos’, la derecha presentó candidatos sin tirón y la abstención terminó siendo muy elevada. Solo hay que echar un vistazo a las últimas encuestas sobre intención de voto nacional para comprobar que los conservadores están a la cabeza.
Diga lo que diga Sánchez, la socialdemocracia sigue en crisis en Europa, como demuestra su propia caída en España. Y no hablemos ya de la extrema izquierda, que no gobierna en ningún país de la Unión salvo el nuestro. Tampoco están los conservadores para celebraciones: siguen perdiendo elecciones y solo gobiernan en Grecia, dos repúblicas bálticas y poco más. Si hay movimiento político en Europa es hacia la descomposición del centro, el crecimiento de los liberales y de la extrema derecha.
Solo hay una verdad en el relato socialdemócrata de Sánchez y es su intento por disputar a Pablo Casado el voto de Ciudadanos. Y si lo logra dará igual como se mueva la política europea porque, sin el centro, el PP no podrá ganar las próximas elecciones.