El coronavirus es una infección estacional asociada al frío y similar a la gripe
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¿Se está comportando o se comportará el SARS-CoV-2 como un virus estacional similar al virus de la gripe o se transmitirá con la misma intensidad a lo largo de todo el año? Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación La Caixa, proporciona evidencia «sólida» de que el coronavirus es una infección estacional asociada a temperaturas y niveles de humedad bajos. Los resultados, publicados en ‘Nature Computational Science’, subrayan la considerable contribución del clima a la transmisión por aerosoles y la necesidad de adoptar medidas que promuevan la «higiene del aire». Trabajos anteriores habían apuntado ya el «efecto moderado» de las condiciones meteorológicas en la transmisión de la enfermedad, aunque «ninguna investigación hasta ahora estaba reportada sobre una muestra tan amplia, por eso sus resultados son de mayor solidez», subraya a ABC el investigador del ISGlobal Alejandro Fontal, primer autor del estudio.
Un trabajo realizado en el inicio de la pandemia con modelos teóricos sugirió que el clima no era un factor importante, dado el gran número de personas susceptibles sin inmunidad previa contra el virus. Sin embargo, algunas observaciones sugerían que la propagación inicial del SARS-CoV-2 en China ocurrió en una latitud con bajos niveles de humedad y temperatura. «La cuestión de si el Covid-19 es una enfermedad realmente estacional se vuelve cada vez más importante, con implicaciones para la implementación de intervenciones efectivas», explica Xavier Rodó, director del programa de Clima y Salud de ISGlobal y coordinador del estudio. Para contestar esta pregunta, su equipo analizó en primer lugar la asociación de temperatura y humedad en la fase inicial de la propagación del virus en 162 países de los cinco continentes antes de que se implementaran cambios en las políticas de salud pública.
«Realizamos un primer estudio preliminar analizando el comportamiento del virus en las dos primeras semanas de pandemia en cada lugar; después lo observamos de manera generalizada y durante un año –hasta febrero de 2021– en todos los territorios seleccionados en la muestra. Analizamos el impacto del clima en diferentes momentos de la pandemia en países, comunidades y ciudades», precisa Fontal.
Dos factores
Las primeras olas menguaron al aumentar la temperatura y la humedad, y la segunda ola creció al disminuir los dos factores. Sin embargo, este patrón se rompió en verano y en todos los continentes. «Esto podría deberse a varios factores, incluyendo concentraciones masivas de jóvenes, turismo, y aire acondicionado, entre otros. La temperatura es un predictor relevante pero no manda siempre. Cuando se multiplican los contactos, el condicionante del clima pesa menos como factor que contribuye a la propagación», explica.
El estudio muestra que incorporar la temperatura en la tasa de transmisión funciona mejor para predecir la subida y bajada de las diferentes olas. «El conjunto de nuestros resultados apoya la idea de que la Covid es una infección verdaderamente estacional, similar a la gripe», dice Rodó.