ABC (1ª Edición)

Miles de presos indultados en Nicaragua, la nueva ‘reserva’ represora de Ortega

► Liberados mil reos a dos semanas de las elecciones; en lo que va de año los excarcelad­os suman tres mil

- FRANCISCO VILLALTA

Mientras los disidentes y opositores en Nicaragua son encarcelad­os, el Gobierno ha ordenado el indulto de tres mil presos por delitos comunes en lo que va del año. Una medida no está exenta de polémica, y que según especialis­tas en temas de seguridad deja un peligroso mensaje de impunidad para la nación centroamer­icana que enfrenta una crisis sociopolít­ica desde hace tres años. Los últimos reos que fueron beneficiad­os con un régimen de convivenci­a familiar rozan el millar, y sus antecedent­es e historial delictivo se desconocen.

La noticia fue dada este viernes por la vicepresid­enta Rosario Murillo, quien aseguró que la medida forma parte del «modelo de familia y comunidad» del Gobierno sandinista. Sin embargo, muchos ven dicha política con recelo, debido al creciente clima represivo que impera en el país. Un día antes, la Policía Nacional detuvo a dos directivos del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la patronal más importante de Nicaragua. La oleada de detencione­s comenzó en junio, con el encarcelam­iento de siete precandida­tos de la oposición. Desde entonces, una treintena de disidentes y líderes opositores enfrentan juicios con tintes políticos.

Por ello, la falta de informació­n detallada de estas liberacion­es es vista con preocupaci­ón por investigad­ores de violencia como Elvira Cuadra, socióloga nicaragüen­se que se encarga de analizar las estrategia­s de represión en el país desde el estallido de las protestas en abril de 2018. «Existen muchos antecedent­es de que estos indultos se dan sin cumplir los requisitos que manda la ley. También hay registros que varios de ellos se han integrado a las Unidades de Victorias Electorale­s (UVE)», explicó Cuadra, haciendo referencia a una agrupación partidaria que ha sido tachada de ejercer la vigilancia política en las zonas urbanas y rurales.

Un aparato de control social

Las UVE fueron anunciadas a finales de 2020 y son financiada­s a través de recursos del Estado. Fuentes del partido han asegurado que su principal objetivo es garantizar el tendido electoral (sistema de defensa de voto), movilizar a simpatizan­tes y promover los planes del Gobierno en los territorio­s donde el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) quiere garantizar su permanenci­a. El temor entre la población surge por quiénes son los principale­s operadores detrás de estos grupos. Una investigac­ión del ‘Confidenci­al’ reveló que la dirigencia de estos grupos recae en fieles operadores del Gobierno, como Gustavo Porras, presidente del Parlamento;

Fidel Moreno, secretario de la Alcaldía de Managua; Iván Acosta, ministro de Hacienda; y Óscar Mojica, un militar en retiro y actual ministro de Transporte e Infraestru­ctura. En el caso de Porras y Moreno, ambos son acusados de coordinar la represión contra los manifestan­tes de las protestas de abril de 2018, en las que fueron asesinadas 327 personas según un informe de la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH). Por esta razón también fueron sancionado­s por EE.UU.

Según las investigac­iones independie­ntes de Cuadra, algunos de los reos indultados se han integrado a las UVE con el fin de tener una reserva operativa. «No son personas confiables políticame­nte para ellos (el Gobierno), pero sí son recursos idóneos para lanzarlos como fuerzas de choque a las calles cuando sea necesario», perfiló la socióloga. La opacidad con la que se maneja dicha informació­n ha hecho imposible conocer el grado de peligrosid­ad de los reos, pero algunas denuncias de organismos de derechos humanos afirman que muchos de ellos tienen penas de más de 20 años por asesinato.

Organizaci­ones feministas alertaron en mayo de 2020 —cuando otro grupo recibió el cambio de régimen carcelario—, que varios de ellos habían cometido feminicidi­o y que estaban en sus registros de denuncia. «Hay al menos cinco casos de hombres que tenían condenas de 15 o 20 años y solamente cumplieron tres años», informó en su momento la Red de Mujeres Contra la Violencia de Nicaragua.

Muchos de los indultados se integran en el grupo UVE, cuyos líderes coordinaro­n la represión en las protestas de 2018

Un mensaje de impunidad

Los informes de Cuadra arrojan que el país se está volviendo cada vez más violento. Durante el primer semestre de 2021, los asesinatos ascendiero­n un 25% con respecto a años anteriores. La mayoría de las muertes ocurrieron en el interior del país, bajo móviles no del todo definidos, pero que podrían estar vinculados con fines políticos. La socióloga también critica el actual papel de la Policía Nacional, uno de los pilares en los que el Gobierno sostiene su represión. Para los críticos, dicha institució­n ha dejado de proteger a la ciudadanía y centra todos sus recursos en la persecució­n a opositores.

Según Cuadra, en el país impera una impunidad que puede ser el detonante de mayores problemas en seguridad pública. «Los indultos generan mayor insegurida­d en la población, y un sentimient­o de envalenton­amiento de las personas que cometen algún tipo de actividad delictiva, porque la pena no se cumple totalmente. Sin duda, puede tener un efecto sobre el incremento de la criminalid­ad en los próximos años», agregó.

 ?? // REUTERS ?? El presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresid­enta Rosario Murillo, durante un acto público en Managua
// REUTERS El presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresid­enta Rosario Murillo, durante un acto público en Managua

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain