EL QUINTO EN DISCORDIA
El futuro de los bancos
Los bancos en los últimos años han vivido la tormenta perfecta. Desde 2008 han estado gestionando miseria. Primero la quiebra de Lehman que se llevó por delante el sistema financiero mundial; luego, y eso fue más nuestro, pinchazo de la burbuja inmobiliaria que se llevó por delante las cajas de ahorro; crisis del euro que lógicamente afectaba a todo, pero si cabe más a los bancos, porque son los grandes tenedores de deuda pública; podríamos seguir con el Brexit, populismos y la pandemia.
Una vez que podemos dar por superada la pandemia en lo que al impacto económico se refiere, todo apunta a que lo peor está claramente por detrás y que los bancos son las entidades que más se benefician de lo que tiene toda la pinta de ser el escenario central de los próximos años: crecimiento con inflación. El crecimiento, como a todas las
compañías expuestas al ciclo, le viene muy bien a la cuenta de resultados de los bancos. Más actividad se traduce en más ingresos y menos mora. Y el repunte de los precios también, por que se aprecia el balance. La mayor parte del activo del banco está ligado a la evolución de los tipos de interés y aunque los bancos centrales de forma deliberada están yendo por detrás de la curva, esta se va a ir desplazando hacia arriba.
Además, la pendiente en la curva de tipos facilita mucho que el banco gane dinero en la gestión de su tesorería. Y por último, los bancos también se ven beneficiados en un primer momento por la subida de los tipos en el pasivo –los depósitos de los clientes– porque no se lo trasladan a los clientes de forma íntegra con lo que eso supone.
Así las cosas, los bancos deberían seguirlo haciendo bien en bolsa. Una primera meta volante podría ser el nivel en el que están los bancos ‘retail’ o minoristas estadounidenses que son muy asimilables. Hoy cotizan al doble de múltiplo que los europeos –esto como os ha explicado alguna vez Josep Prats no es algo exclusivo de las banca española–. Los ‘drivers’ ya están funcionando y ahora toca dejarse llevar.
Mirando más hacia delante, tocaría evaluar los riesgos de disrupción tecnológica que sin duda están ahí. Ahora bien, a diferencia de otras industrias, la fuerte regulación del sector juega a su favor y la hace menos atractiva para jugadores de fuera. Hasta ahora hemos visto como los bancos han ido adaptándose a los cambios tecnológicos e incorporando a sus cadenas de valor aquellas ‘fintech’ que han aportado algo.
Datos
Pasa siempre desapercibida la actualización que a mediados de mes hace el ministro Escrivá de la evolución del empleo. La evolución de la afiliación con el detalle con el que se conoce sumada a la evolución del número de personas bajo los ERTE proporciona una información muy valiosa que luego cada uno puede interpretar como quiera. Pero más allá como la queramos leer, hay poca duda que probablemente constituye el mejor termómetro sobre la evolución económica.
Con los datos que conocimos hace una semana el empleo está claramente por encima de los niveles previos a la pandemia. Como comentaba el ministro, ha habido alguna lectura diaria en las últimas semanas que ha marcado récord histórico por encima de los 19.700.000 personas. La foto la completa la evolución del número de trabajadores en ERTE, que sigue reduciéndose
Todo apunta a que los datos de crecimiento del tercer trimestre van a ser muy buenos. Esto no quiere decir que la economía española no tenga problemas. Ni que no vaya a ser de las economías que más tarde en volver a la casilla de salida aunque esta vuelta sea a una velocidad nunca vista. Esta es una foto de la situación actual en la que se suman varias cosas. Reapertura económica, elevada propensión al consumo por las ganas de recuperar el tiempo perdido, políticas monetarias y fiscales a todo lo que dan,…. Más allá de lo que no podemos controlar, el crecimiento a futuro también pasa por lo que pueda hacer (o dejar de hacer) el Gobierno. Importa y mucho que la percepción de riesgo regulatorio se reduzca. Los patinazos de las últimas semanas –eléctricas y vivienda– no constituyen un buen precedente. A ver qué pasa con el detalle de la reforma laboral. Hay que recordar aquello de lo que cuesta ganarse pero lo rápido que se pierde, la reputación me refiero. Y la confianza es un intangible valiosísimo que marca la diferencia en como pueda evolucionar a futuro la confianza de consumidores y empresas.