La Justicia europea castiga a Polonia con una multa histórica por no obedecer sus sentencias
Pagará un millón de euros diarios hasta que anule la cámara disciplinaria que controla a los jueces
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha condenado a Polonia con una multa de un millón de euros diarios, un récord absoluto en este tipo de castigos, por no cumplir con una orden de suspender el mecanismo disciplinario para los jueces del país. Después de un intento de suavizar con arena los contornos de esta gravísima disputa con uno de los miembros de la UE, los jueces de Luxemburgo han dado la de cal con esta sentencia que tiene consecuencias muy directas para el país. Mientras no cumpla con la orden de suspender las actividades de esa polémica instancia, deberá pagar un millón de euros cada día. La Comisión ya ha anunciado que en caso de que Polonia se niegue a pagar esta multa, sencillamente procederá a descontarla de los fondos del presupuesto que le corresponden.
De hecho fue la propia Comisión Europea la que pidió en septiembre al Tribunal de Luxemburgo que impusiera esta multa porque Polonia no había atendido los requerimientos de anular esta cámara disciplinaria, que por su propia naturaleza acaba con la independencia de los jueces.
Aunque era previsible que se emitiese esta sentencia, la decisión del Tribunal europeo viene a añadir tensión en el conflicto entre Bruselas y Varsovia por el Estado de derecho, como demuestra que esta sea la penalización diaria más alta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea haya impuesto nunca a un Estado miembro.
Promesa incumplida
El 14 de julio, el Tribunal de Justicia de la UE ya había ordenado a Polonia el cese inmediato de las actividades de esta cámara disciplinaria que no existe en ningún país de la UE, mientras los jueces preparan la decisión sobre el fondo del asunto. El jefe de gobierno conservador nacionalista polaco, Morawiecki, se comprometió en agosto a abolirla, pero el hecho es que ha seguido funcionando por lo que la Comisión pidió a los jueces que aplicasen el siguiente paso, que es la aplicación de sanciones. Y eso es lo que hicieron ayer «para evitar un daño grave e irreparable al orden legal de la Unión Europea y a los valores en los que se basa esa Unión, en particular el del estado de derecho».
Morawiecki, había advertido que si la Comisión empieza a recortar fondos a Polonia equivaldría a «iniciar la tercera guerra mundial» una retórica que había sonado muy mal en Bruselas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había dejado claro que no tolerará las conductas contrarias a los valores europeos en un debate parlamentario con el propio Morawiecki. Además de esta sanción judicial, la Comisión ha congelado el análisis del plan de recuperación polaco lo que por ahora impide que reciba la parte de dinero que se le ha atribuido para reconstruir la economía de lso efectos de la pandemia. Polonia respondió con una sentencia del Tribunal Constitucional en la que a petición del propio Gobierno fijaba la superioridad de la Constitución polaca por encima del derecho europeo.
Una vez conocida la sentencia de ayer, el portavoz del Gobierno polaco Piotr Müller publicó un mensaje en el que no reconoce el derecho de las instituciones europeas a sancionarle. «El castigo y el chantaje hacia nuestro país no es el camino correcto», tuiteó. «Este no es el modelo en el que debería funcionar la Unión Europea». El viceministro de Justicia polaco Sebastian Kaleta dijo por su parte que «el Tribunal de la UE ignora por completo la Constitución polaca y las decisiones del Tribunal Constitucional. Actúa fuera de sus competencias y abusa de la imposición de multas monetarias y medidas provisionales», lo que a su juicio sería un caso de «usurpación y chantaje».
El primer ministro belga Alexander De Croo dijo ayer en un discurso solemne en la inauguración del curso académico en el Colegio Europeo de Brujas que Polonia no debería tratar a la UE como «un cajero automático» porque «no se puede aceptar el dinero pero rechazar los valores», y que Morawiecki está «jugando con fuego».
El Gobierno de Varsovia habla de «usurpación y chantaje» de los jueces europeos «que ignoran la Constitución polaca»