ABC (1ª Edición)

Percepcion­es y realidades

La renovada amenaza terrorista de Afganistán no se puede separar de la caótica retirada de EE.UU.

- PEDRO RODRÍGUEZ

Una cosa es saber que no se puede ganar una guerra y otra, muy distinta, es escenifica­r una vergonzosa y debilitant­e derrota. A los dos meses de la caótica salida de las últimas tropas del Pentágono desplegada­s en Afganistán –malamente negociada desde la Casa Blanca por Donald Trump y peor ejecutada por Joe Biden– ya empiezan a vislumbrar­se consecuenc­ias negativas para la seguridad de Estados Unidos, que hoy en día sería más vulnerable a un ataque terrorista yihadista que antes de la estampida de Kabul.

Muchas fuerzas hostiles en el complicado escenario de Asia Central y Oriente Próximo, junto a otras potencias rivales repartidas por todo el mundo, han querido interpreta­r todo lo ocurrido en agosto como una victoria sobre el gigante americano. Con el valioso incentivo que supone acceder a esa exclusiva legitimida­d que durante el último medio siglo solamente han conquistad­o países como Cuba o Vietnam.

Dentro del típico juego de sillas musicales de Washington (en el que ninguna institució­n, cargo político o agencia quiere asumir responsabi­lidades ajenas), los servicios de inteligenc­ia de Estados Unidos han empezado a advertir sobre el riesgo de ataques terrorista­s orquestado­s desde Afganistán. Es decir, que los yihadistas no estarían perdiendo el tiempo para volver a la casilla de salida del 11-S.

La realidad es que los talibanes, entre su incompeten­cia y complicida­d, están creando las condicione­s favorables para que Afganistán vuelva a convertirs­e en un parque temático para un yihadismo más inspirado que nunca. Este incremento de la amenaza ha sido descrito en la jerga burocrátic­a de Washington como «un ambiente muy dinámico» y una amenaza «más ideológica­mente difusa y geográfica­mente diversa». Todos sus enemigos han tomado buena nota de la incapacida­d demostrada por EE.UU. tras haber malgastado veinte años y dos billones de dólares para estabiliza­r un país de 35 millones de habitantes. La capacidad demostrada por EE.UU. en algunos momentos decisivos de la Guerra Fría ha dado paso a un profundo y peligroso cansancio.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain