La Moncloa veta la propuesta de ley del PP para bajar la luz
Alega abiertamente que su rechazo obedece a razones recaudatorias
El Gobierno ha vuelto a echar abajo otra propuesta para rebajar el precio de la luz y esta vez alegando abiertamente que su rechazo obedece a razones recaudatorias. Tras años desoyendo la petición de los expertos para sacar del recibo las subvenciones que no tienen nada que ver con la generación eléctrica, Presidencia ha vetado ahora, con la luz en máximos, la proposición de ley registrada por el Partido Popular para abaratar tanto los costes del sistema como su fiscalidad. En su comunicación al Congreso, La Moncloa subraya que la propuesta de Pablo Casado «es susceptible de producir en los Presupuestos Generales del Estado en vigor tanto un incremento de los créditos presupuestarios, como una disminución de los ingresos presupuestarios» y por eso niega su conformidad a que se tramite el texto.
La ley del PP proponía el establecimiento de un tipo reducido del IVA del 10% «de forma permanente y para todos los suministros de energía eléctrica». En este caso, Presidencia ampara su rechazo en que el Gobierno ya aplica un tipo reducido de esta impuesto de forma temporal, hasta el 31 de diciembre, y que establecer como definitiva esta rebaja le obligaría a pedir otro permiso a Bruselas. «Exigiría una nueva comunicación al Comité del IVA», se queja el Gobierno, recordando que la directiva europea sobre este impuesto permite a los gobiernos de la Unión, aplicar «un tipo impositivo reducido a las entregas de gas natural, electricidad o calefacción urbana» pero siempre «previa consulta».
En este sentido, Presidencia también argumenta que «los Estados miembros y la Comisión Europea han asumido un compromiso para limitar la aplicación de los tipos reducidos en sus estructuras tributarias ante la necesaria consolidación de las finanzas públicas» y que España «figura tradicionalmente en los informes comparativos de la Comisión Europea, el FMI o, a nivel interno, la Airef entre los Estados miembros que presenta un mayor ‘VAT policy gap’ (pérdida de recaudación del Impuesto derivada de la aplicación de tipos reducidos y exenciones)». En 2020, España fue el país con mayor pérdida de recaudación del IVA de la UE pero no solo por el uso de tipos reducidos. De hecho, teniendo solo en cuenta el efecto de estos, nuestro país cae hasta el sexto puesto de la lista.
Presidencia continúa aduciendo que el impacto presupuestario de esta rebaja permanente del IVA tendría un impacto de 1.780 millones de euros al año. «El 49% afectaría a los presupuestos estatales, al estar cedido el resto del rendimiento a las comunidades autónomas y entidades locales», subraya.