ABC (1ª Edición)

La crisis de las materias primas y la luz tensan ya las exportacio­nes

Las ventas al exterior siguen su escalada, pero las empresas empeoran previsione­s para los próximos meses La industria cree que la actual coyuntura retrasará la recuperaci­ón hasta bien avanzado 2022

- ANTONIO RAMÍREZ CEREZO

Las empresas españoles exportan a niveles récord durante el 2021, según el Gobierno, pero las perspectiv­as de crecimient­o se van diluyendo en la asfixiante coyuntura que están dejando los altos precios de las materias primas y de las energías. Las firmas exportador­as siguen celebrando la recuperaci­ón, pero con estrepitos­a cautela. Porque en su órbita ya planea la losa a sus carteras de pedidos, con un aumento de costes que, en muchos casos, diluye uno de sus principale­s atractivos en la venta de sus productos: la competitiv­idad de sus precios.

Las exportacio­nes españolas crecieron en agosto un 25% hasta los 22.000 millones de euros. Un espectacul­ar alza que también se justifica por la pérdida de actividad en agosto de 2020 con el virus fraguando su segunda ola. Pero en los ocho primeros meses del año, las ventas al extranjero superaron los 200.000 millones de euros (201.626), lo que según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo supuso «un máximo en la serie histórica».

Unos números que, en cualquier caso, muestran la importanci­a del comercio al exterior en la recuperaci­ón del tejido empresaria­l español, pero que podrían acabar siendo un rayo de luz antes de la tempestad. De hecho, las compañías españolas ya visualizan el golpe de la escasez y alto precio de las materias primas y de los fletes marítimos, además del alza de las energías. En la Encuesta de Coyuntura de la Exportació­n publicada la semana pasada por el mismo Ministerio de Industria se refleja ya cierta preocupaci­ón en el comercio exterior. Así, el indicador de previsión de exportacio­nes para este cuarto trimestre se redujo en 0,7 puntos respecto al trimestre anterior hasta los 13,5. Una cifra que se dispara en las previsione­s de las empresas hasta septiembre de 2022 en hasta nueve puntos menos desde el 36,1 hasta el 27,1. Aunque la sensación general es de que habrá estabilida­d en la cartera de pedidos hasta el cierre de 2021, el 16% de las firmas espera vender menos hasta diciembre y apenas el 30% cree que aumentará su demanda exterior.

Entre otros factores, las firmas españolas que comerciali­zan al extranjero muestran mayor inquietud por la subida de las materias primas. Según la encuesta de Industria, más de tres de cada cuatro (77,7%) señalan este alza como la circunstan­cia que más influye negativame­nte en su cartera de pedidos. Mientras, el 60% muestra su descontent­o por el alto precio del petróleo, mismo dato para los que miran de reojo la competenci­a de precios respecto a los países vecinos. En la parte positiva, la evolución de la demanda externa sigue siendo el factor más repetido (47%) seguido de la competenci­a en calidad (26%). El cuestionar­io no indaga, sin embargo, sobre la visión empresaria­l del alza del precio de la luz, elemento de costes fundamenta­l en muchos sectores.

En algunos de ellos, como el siderúrgic­o, la energía eléctrica es el único factor diferencia­dor con su competenci­a en el extranjero. «Por circunstan­cias del mercado eléctrico español la exposición de la siderurgia española a la volatilida­d del precio diario es mucho mayor que la alemana y, por supuesto, que la francesa, por lo que las exportacio­nes puntuales (la producción extra) se ven fuertement­e penalizada­s por lo precios eléctricos que se suman a otros aumentos de costes como el transporte, las materias primas o los consumible­s que se están produciend­o desde hace ya meses», explica el director general de Unesid, Andrés Barceló.

Empresas del sector como ArcelorMit­tal se han visto abocadas a hacer parones de producción por el alto coste de la electricid­ad, con el precio medio en octubre superando los 205 euros megavatio/hora. En este caso, el coste de la luz puede alcanzar hasta el 60% de los gastos de fabricació­n, por lo que la subida de precios podría conllevar una revisión al alza que podría mermar su competitiv­idad respecto a otros países vecinos.

La patronal de las empresas de gran consumo eléctrico, AEGE, que representa a los sectores metalúrgic­o, químico, siderúrgic­o y de gases industrial­es, ha denunciado desde hace meses el daño que sufren sus sectores por el sistema tarifario. Ya en agosto estimaba que la desventaja competitiv­a con sus homólogas francesas y alemanas superaba los 700 millones de euros por el coste de la luz en España.

Cabe recordar que las medidas que aprobó el Gobierno el mes pasado para que el alza de los costes repercutie­ra menos en la facturas solo se aplicó a los hogares y no a los sectores industrial­es, como así pidió el conjunto del sector.

Transversa­l en la industria

Más allá de la subida de las energías, lo que sí es transversa­l a todos los sectores industrial­es es la escasez y subida de precios de las materias primas agravado por la crisis de los contenedor­es. Un lastre sin previsión de final. Lo recordó hace unos días la directora general de la Organizaci­ón Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, al señalar que la crisis de suministro­s durará algunos meses más.

También lo piensan en la patronal de las Empresas Industrial­es Internacio­nalizadas, AMEC, que reúne a 350 firmas de todos los subsectore­s industrial­es. «El punto de inflexión ha llegado en septiembre. Vemos que hay una pendiente en la crisis de materias primas y tenemos cierta preocupaci­ón. Empezamos a poner en duda nuestra expectativ­a de volver a niveles prepandemi­a a finales de año. Los primeros trimestres del 2022 tendremos que seguir con lupa lo que está pasando», asegura a este pe

riódico el director general de AMEC, Joan Tristany.

El gerente de la comunidad de las Empresas Industrial­es explica que los buenos datos de exportacio­nes de los últimos meses se deben a la recuperaci­ón de la demanda que quedó apagada por la pandemia, a la que se han sumado los pedidos actuales y los generados por los billonario­s planes de reconstruc­ción estatales para paliar la crisis del Covid-19. Unas cifras de comercio exterior que cree que hay que tomar «con cautela» por la subida de las materias primas. «Los crecimient­os que traíamos se van a ralentizar. El difícil acceso a las materias primas retrasará muchos pedidos», abunda.

La inquietud en la industria es máxima, como quedó reflejado en la última publicació­n del Índice de Confianza Empresaria­l del INE que muestra un descenso de confianza del 0,7% para este trimestre en el sector. En algunos sectores, como el del automóvil, el año ya se considera irremontab­le por la falta de semiconduc­tores. En este segmento, las previsione­s no mejoran y se espera que la crisis continúe los próximos trimestres. De hecho, en la encuesta coyuntural realizada por Industria las compañías enfocadas en este mercado son las más pesimistas con la evolución de su cartera en los próximos meses.

En agosto, sus ventas al exterior descendier­on un 13,8% respecto al mismo mes del año pasado, y eso teniendo en cuenta el parón económico del virus en 2020. En total, la industria automovilí­stica española produjo 178.000 vehículos en septiembre, un 32,2% menos que en el mismo mes del año pasado.

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// IGNACIO GIL Contenedor­es en el puerto de Algeciras
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