La generación Z se sube al carro de los microcoches
∑La oferta de estos vehículos se dispara porque son asequibles y encajan en las necesidades de movilidad urbanas de los jóvenes
Los microcoches, pequeños vehículos para dos ocupantes, están de moda. En las últimas semanas un buen número de novedades, la inmensa mayoría eléctricas, se ha sumado al puñado de modelos que desde hace años existe en el mercado. Dos fabricantes, Silence y e-Miles, apuestan incluso por producirlos en España, en las instalaciones que Nisan dejará libres en Cataluña a partir de noviembre.
Desde el sector constatan una demanda superior a la que existía antes del coronavirus, motivada en parte por el temor al transporte público tras la pandemia pero también por el interés que este tipo de vehículo suscita entre los jóvenes, incluyendo la denominada generación Z, posterior a 1996.
«Las ventas están subiendo de forma considerable», constata Óscar Castellano, director general de Aixam Ibérica, la marca que más vende en España. Aunque las matriculaciones son modestas, con 268 cuadriciclos ligeros y 353 pesados en septiembre, los datos de la asociación de fabricantes de vehículos ligeros, Anesdor, muestran un alza del 43,3% y del 45,9%, respectivamente. Un incremento paralelo al que se está produciendo en toda Europa, según Aixam. La empresa está registrando un alza de la demanda del 40% a nivel europeo y su fábrica, localizada en Francia, «está a plena capacidad y cerca de su récord histórico de producción». Entre los motivos, Castellano destaca que este tipo de vehículos «se han puesto de moda entre la gente joven», lo que ha ampliado una base de clientes que hasta hace no mucho se circunscribía especialmente al ámbito rural y conductores envejecidos. Entre sus virtudes, además de la practicidad derivada de sus pequeñas dimensiones –menos de 3 metros de longitud– cabe mencionar que se pueden encontrar modelos desde 7.200 euros.
El mercado se divide entre los cuadriciclos ligeros (L6), los mal llamados coches sin carné –requieren permiso AM de ciclomotor–, que no superan los 45 kilómetros por hora y se pueden conducir desde los 15 años de edad; y los cuadriciclos pesados (L7). En este caso su potencia máxima es de 15 kW y requieren en España del permiso B, con una potencia de hasta 15 kW, que les permite alcanzar velocidades de hasta 90 kilómetros por hora y aventurarse incluso por autovía. Un escalón por encima se sitúan turismos como el Smart ForTwo, que, pese a tener un enfoque igualmente urbano, están sujetos a requisitos de homologación y de seguridad más exigentes. El sector reclama, de hecho, la implantación en España del carné B1, que permita acceder a los pesados con 16 años, como sucede en países como Italia o Portugal.
La electrificación está impulsando la llegada de nuevos actores, como Silence, que acaba de presentar el prototipo de S04; o la italiana XEV. Ambas comparten una idea innovadora: las baterías extraíbles e intercambiables, que prometen acabar con los prolongados tiempos de carga y paliar la falta de electrolineras. Pero también la entrada en este mercado de fabricantes automovilísticos establecidos, como Toyota, que acaba de lanzar en Japón el C+Pod, o Citroën y Opel, con los modelos gemelos AMI y Rocks-E.