Podemos estudia presentar enmiendas parciales ante el malestar de los socios
Entre los aliados del PSOE critican que no se cuida la mayoría de la investidura
El Gobierno ha salvado el principal escollo para poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2022. Al lograr que ERC, PNV y Bildu no presenten enmiendas a la totalidad, lo que garantiza que las cuentas no se devolverán la semana que viene, se abrirá posteriormente el proceso de presentación de enmiendas parciales, tanto al articulado como a las secciones. Los tres aliados principales de la mayoría de Gobierno se van a fajar en esa negociación para lograr sus pretensiones y dar el visto bueno a las cuentas.
Y eso incluye al grupo parlamentario de Unidas Podemos. El año pasado el principal socio del PSOE ya presentó algunas enmiendas parciales pese a haber pactado con la parte socialista del Gobierno el proyecto de Presupuestos. Fuentes parlamentarias transmiten que estas enmiendas parciales «estaban previstas, redactadas y planteadas», aunque el PSOE ha intentado y va a seguir intentando que su socio no se descuelgue con enmiendas parciales. Y desde el flanco morado son sensibles a esas demandas y transmiten que todavía no está decidido que las vayan a plantear. Pero la posibilidad está encima de la mesa.
Y es que en todo el conglomerado que sustenta al Gobierno existe un profundo malestar con el ala socialista por la forma en que viene relacionándose con ellos. La negociación de las cuentas públicas ha devuelto la relación a un escenario previo. Porque con el cambio de Gobierno muchos de estos pequeños partidos trasladaban haber mejorado su interlocución con La Moncloa. Distintas fuentes parlamentarias sí que trasladan que Félix Bolaños, como ministro de la Presidencia, «tiene más capacidad de diálogo que Carmen Calvo». Pero a la vez constatan que en la cuestión de los Presupuestos se ha producido un cambio a peor. «Se ha detectado un cambio a peor», dicen. «El PSOE ha llegado un momento en que parecía que buscaba perder el presupuesto», trasladan desde un partido que ha negociado en los últimos días con los socialistas. Denuncian la dificultad para poder mantener reuniones físicas con el Gobierno. Algunos se han quejado de lo complejo que ha sido tener esos encuentros y que muchas cuestiones se tenían que dirimir en conversaciones telefónicas o mensajes. Aunque fuentes gubernamentales sí refieren que se han producido varios encuentros. Y de hecho para cerrar el acuerdo a última hora se efectuaron algunas.
Desde el espacio de Unidas Podemos sí se traslada que en la negociación real, el PSOE dejó más espacio para negociar más el año pasado. El año pasado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, desarrolló varias reuniones en las que también participaba el responsable de Economía de Podemos, Nacho Álvarez. Pero denuncian que este año ese protocolo de coordinación no ha funcionado igual. «El PSOE no cuida bien al bloque que hizo presidente a Pedro Sánchez. No asumen que no tienen mayoría en el parlamento», dicen desde un grupo que apoya al Gobierno. «Tienen que trabajar en generar empatías, porque la cosa ha ido a peor», rematan.
En este sentido se apunta a que con la marcha de Iván Redondo de La Moncloa puede estar teniendo algo que ver. En un espacio político con relación habitual con La Moncloa dicen ver a los socialistas con planteamientos «más bruscos». Apuntan a que Redondo era una figura eminentemente estratégica y no partidistas ni ideologizada y que eso le llevaba a planteamientos más pragmáticos en diferentes momentos.
Son varias las fuentes que interactúan con el ala socialista del Gobierno y que apuntan en esa dirección. Y que creen que con la entrada de Óscar López y Antonio Hernando al centro de mandos de La Moncloa el PSOE ha vuelto a comportarse con dinámicas próximas a cuando gobernaban en cifras cercanas a la mayoría absoluta y no a las dinámicas propias de un escenario tan fragmentado como antes.