ABC (1ª Edición)

Génova acusa al entorno de Ayuso de dividir el PP de Madrid

La guerra interna en los órganos regionales eleva la tensión ante el congreso madrileño

- MARIANO CALLEJA

El enfrentami­ento entre el equipo de Isabel Díaz Ayuso y Génova está lejos de apaciguars­e y ha superado límites insospecha­dos. Que la presidenta de la Comunidad de Madrid bloquee en su móvil al secretario general del PP, Teodoro García Egea, puede parecer un bulo inverosími­l, pero está confirmado por varias fuentes directamen­te afectadas, lo que da una idea del nivel al que ha llegado la pugna por el control del partido regional. Algunos dirigentes del PP contaron hasta 15 móviles ‘bloqueados’ por la presidenta regional.

Ayer, la reunión de los órganos internos del PP madrileño sirvió para que se viera en todo su esplendor la división que se ha originado en esta formación, donde los partidario­s de Ayuso exigen adelantar el congreso regional, frente a los que defienden los plazos establecid­os desde Génova sin aceptar presiones.

Lo más curioso de este choque es que la diferencia es apenas de dos meses en el calendario. El equipo de Ayuso quiere que el congreso sea en marzo como máximo, mientras que Génova maneja mayo o junio como los meses más propicios para celebrar el congreso en el que deberá elegirse la presidenci­a regional de Madrid. «¿A qué viene tanta prisa de Ayuso? Ahí hay algo más...», comentan fuentes de la dirección nacional del PP, donde tienen claro que no se dejarán vencer por las presiones. «Quien echa un pulso a Génova, lo pierde», recuerdan como un mantra. Y Ayuso, en este caso, está echando uno que no gusta nada a los dirigentes del PP.

El calendario congresual se aprobó en una Junta Directiva Nacional hace más de un año, con el voto a favor de Ayuso incluido. Primero tienen que celebrarse todos los cónclaves de las comunidade­s pluriprovi­nciales, mientras que las regiones de solo una provincia llegarán después, a lo largo del primer semestre de 2022. Desde Sol, sede de la Presidenci­a de la Comunidad de Madrid, están convencido­s de que celebrar el congreso más allá de marzo es ilegal, al superarse todos los plazos que creen reglamenta­rios para una ‘gestora’, algo que en Génova niegan por completo. Para empezar, sostienen, lo que hay en el PP de Madrid no es propiament­e una gestora, sino un partido con todas sus funciones, donde se sustituyó de forma legal a Cristina Cifuentes cuando dimitió, en abril de 2018. Algunos dirigentes nacionales y regionales atribuyen las prisas de Ayuso y su equipo a que quiere aprovechar el entusiasmo generado en las elecciones madrileñas para asegurarse el liderazgo del partido.

«Hay que darle tiempo», sostienen fuentes populares. Tiempo, precisan, para comprobar si Ayuso rectifica, opta por el consenso y deja de enfrentars­e a

Génova, o bien tiempo para constatar si desde su entorno va a continuar el desafío constante a la dirección nacional. Y en ese punto vuelven a repetir el mantra: «Quien echa un pulso a Génova...»

Ayer, después de la Junta Directiva regional, las versiones fueron radicalmen­te distintas. Desde el entorno de Ayuso se aseguró que hubo un «aluvión» de peticiones para adelantar el congreso y quedó demostrado así el apoyo que tiene la presidenta. Los dirigentes del PP madrileño, en línea con Génova, niegan la mayor: apenas hubo una docena de intervenci­ones, y los apoyos expresos a Ayuso no llegaron ni a la mitad. «Hoy se ha visto que Ayuso no tiene mayoría en el PP de Madrid, lo que ha conseguido su entorno es dividir y tensionar el partido», resumen fuentes nacionales. Un dirigente regional se atreve a calcular los apoyos de los dos bandos: 30 por ciento para Ayuso, 70 por ciento para la dirección. La Junta acabó sin ninguna votación, pero el entorno de Ayuso quiere que Casado se pronuncie sobre la petición que expresaron para adelantar el congreso.

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