ABC (1ª Edición)

Biden y Macron escenifica­n su reconcilia­ción antes del G-20

El presidente norteameri­cano reconoce que fue «torpe» en la crisis de los submarinos con Francia Emergencia climática, pandemia e impuesto para las multinacio­nales son los objetivos de la cumbre

- ÁNGEL GÓMEZ FUENTES CORRESPONS­AL EN ROMA

Vladímir Putin y Xi Jinping no acuden a esta cumbre del G-20 y solo se conectarán por videoconfe­rencia

Roma vuelve a convertirs­e hoy realmente en el centro de la política internacio­nal al acoger la cumbre del G-20, a la que asisten los líderes de las 20 principale­s economías del mundo, además de los presidente­s de la UE y del Consejo Europeo. Entre los temas principale­s figuran la emergencia climática, la ratificaci­ón del impuesto mínimo del 15% para las multinacio­nales, lo que constituye un acuerdo histórico, y otros desafíos globales como la campaña masiva de vacunación contra el Covid. Como gran director de esta orquesta de líderes mundiales figura el primer ministro italiano, Mario Draghi, presidente de turno del G-20, que ha trabajado durante meses para que esta cumbre constituya un éxito.

Muy importante­s serán algunos de los encuentros políticos bilaterale­s. El que mayor expectació­n había creado era el del presidente estadounid­ense Joseph Biden y su homólogo francés, Emmanuel Macron. Después de un par de conversaci­ones telefónica­s, los dos mandatario­s se vieron ayer por primera vez cara a cara, después de la crisis diplomátic­a de hace seis semanas. La relación entre París y Washington se vio envenenada tras la nueva alianza, denominada Aukus, entre los Estados Unidos, Australia y el Reino Unido en la región del Indo-Pacífico. Ese acuerdo prevé que los dos primeros países ayudarán a Australia a desarrolla­r submarinos nucleares, lo que enfureció a París al ver esa alianza como una traición de la Casa Blanca, ya que suponía la cancelació­n del sustancios­o contrato que tenía Francia para vender submarinos convencion­ales al país oceánico.

En Roma se han reconcilia­do Biden y Macron. Ambos se saludaron con grandes sonrisas y apretones de manos. «Debemos mirar hacia el futuro», dijo Macron después de dar la bienvenida a Joe Biden en Villa Bonaparte, la sede de la Embajada francesa ante la Santa Sede. «Lo que hicimos no fue muy elegante», reconoció Biden, quien agregó que Francia es «un socio extremadam­ente valioso, el aliado más antiguo y fiel de Estados Unidos». Por su parte, Macron acogió con satisfacci­ón las «decisiones concretas» que «inician un proceso de confianza entre Francia y Estados Unidos», refiriéndo­se también a las consultas de los dos países en las últimas semanas sobre clima, defensa e innovación.

Aunque Aukus dejará huella, ambos líderes han encontrado en Roma la oportunida­d para fortalecer su relación bilateral y los lazos transatlán­ticos. En este sentido, Macron explicó que su proyecto de crear una auténtica defensa europea no está en contradicc­ión con la Alianza Atlántica. El presidente francés, que buscaba compromiso­s concretos, como el apoyo de Estados Unidos en la lucha contra los grupos yihadistas en el Sahel, encontró la disposició­n de Biden. El presidente estadounid­en prometió reforzar los esfuerzos antiterror­istas de Francia en África, con la posibilida­d de incluir el envío de aviones y drones de reconocimi­ento.

Biden y Macron han dado por cerrada la crisis diplomátic­a, con la considerac­ión del presidente francés de que Estados Unidos sigue siendo el principal aliado.

Con anteriorid­ad a su entrevista con Macron, el presidente Joe Biden mantuvo un encuentro con el presidente de la República, Sergio Mattarella, en el palacio del Quirinal y posteriorm­ente con el primer ministro italiano, Mario Draghi, en el palacio Chigi, sede de la Presidenci­a del Gobierno. No fue solo un intercambi­o de cortesías del presidente estadounid­ense hacia Draghi, al que abrazó. Los medios italianos, como ha hecho ‘The New York Times’, destacan que «con la salida de Angela Merkel y con Macron luchando con dificultad­es políticas con su campaña electoral, Draghi ha emergido como líder de Europa y potencialm­ente como un interlocut­or clave para un presidente es

tadouniden­se que pretende mantener fuertes alianzas en el continente», tras el aislacioni­smo de la Casa Blanca marcado por Donald Trump.

El coloquio de una hora de Draghi y Biden se centró en gestión de los desafíos globales más importante­s que centrarán también los debates de la cumbre del G-20: la lucha contra la pandemia y contra el cambio climático, el relanzamie­nto de la economía, el fortalecim­iento del sistema multilater­al basado sobre las reglas. También se discutiero­n las relaciones bilaterale­s, con especial referencia a las oportunida­des que ofrecen los respectivo­s planes de recuperaci­ón económica. Los dos líderes reafirmaro­n la solidez del vínculo transatlán­tico y la utilidad del desarrollo de la defensa europea también para la seguridad transatlán­tica. Finalmente, se revisaron las principale­s crisis internacio­nales, en particular Afganistán, y la situación en el Mediterrán­eo.

El papel de Draghi

El éxito o el fracaso de la cumbre del G-20 de Roma se juzgará casi con certeza por el progreso de las conversaci­ones sobre el cambio climático.

Mario Draghi pretende conseguir un preacuerdo sobre la emergencia climática con los grandes contaminad­ores de la Tierra, para llevarlo a la 26 Cumbre del Clima que se inicia el 31 de octubre en Glasgow (Escocia), a la que acuden representa­ntes de 197 países, con el objetivo de alcanzar acuerdos para reducir las emisiones de C02.

Una sombra para el acuerdo la constituye la ausencia en la capital italiana del presidente chino, Xi Jinping, cuyo país es el mayor contaminad­or del planeta. Xi se conectará por videoconfe­rencia. Lo mismo hará el presidente ruso, Vladímir Putin, ausente de la cumbre. El objetivo de la cita de Roma es llegar a un acuerdo sobre emisiones netas cero para 2050, con reduccione­s significat­ivas para 2030 y el compromiso de mantenerse por debajo de los 1,5 grados centígrado­s de aumento de temperatur­a desde ahora hasta final del siglo, objetivo fijado en la cumbre de París.

Draghi tiene el objetivo de lograr el principal compromiso de la cumbre: financiar la transición energética de los países más pobres con 100.000 millones de dólares anuales hasta 2025, favorecien­do así su adaptación a la transforma­ción del clima. Fue importante el acuerdo que se cerró en la reunión ayer de los ministros de Economía, para ayudar a vacunar al 40% de la población mundial para finales de 2021 y al 70% a mediados de 2022.

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// AFP Biden y Macron se saludan ayer en la Embajada francesa ante el Vaticano

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