Roma, tomada por 10.000 policías y militares ante el temor a incidentes
Un dispositivo sin precedentes vigilará las diversas protestas convocadas
Roma se ha blindado para esta cumbre. Las principales vías del centro histórico están cerradas, al igual que el espacio aéreo. Se ha preparado un dispositivo de seguridad sin precedentes en la capital italiana, con alrededor de 10.000 policías y militares para proteger a las delegaciones extranjeras, las reuniones del G-20 y vigilar diversas manifestaciones previstas. En verdad, los romanos nunca habían visto su centro histórico fortificado como en esta cumbre.
El gran protagonista hasta ahora es Joe Biden, que se mueve por Roma con una monstruosa caravana. Hasta 85 vehículos formaban la que acompañó a Joe Biden al Vaticano para su encuentro con el Papa, que fue la primera cita de su visita a Roma. Con algunos vehículos menos se presentó el presidente estadounidense en la Villa Bonaparte, sede de la Embajada francesa ante la Santa Sede, en busca de la reconciliación con Macron tras la crisis por los submarinos.
Los líderes se verán las caras en la Nuvola, el nuevo Centro de Congresos, diseñado por el arquitecto Fuksas, situado a 10 kilómetros del centro histórico en el barrio del EUR, al sur de Roma: se trata de una zona residencial y de negocios, nacida en la época fascista por voluntad de Benito Mussolini, que quiso crear un gran espacio monumental para celebrar la exposición universal de 1942. Habrá una zona roja de seguridad de 10 kilómetros cuadrados en torno a la Nuvola.
Este gran dispositivo de seguridad está motivado también porque son varias las protestas previstas y se teme que puedan surgir incidentes. Dos, en particular serán muy vigiladas por las fuerzas del orden. La primera tendrá lugar esta tarde, con la llegada a la Bocca della Verità, cerca de Plaza Venecia, de entre 5.000 y 10.000 participantes, incluidos trabajadores de los sindicatos de base Cobas, centros sociales, y diversos movimientos.
Suspensión de Schengen
Para minimizar el riesgo de infiltraciones de los extremistas Black Bloc procedentes del extranjero, el Ministerio del Interior ha restablecido los controles fronterizos, con una suspensión temporal del Tratado de Schengen. Al mismo tiempo, se prevé una sentada organizada por el Partido Comunista en la Plaza de San Giovanni, donde no se excluye la aparición de grupos contrarios a la obligatoriedad del pasaporte verde digital para trabajar.
Se espera también la protesta de algunas ONG contra lo que consideran una «dramática desigualdad de acceso a vacunas, curas y tratamientos para Covid-19, frente a las enormes ganancias obtenidas por las compañías farmacéuticas», según los organizadores de la protesta.