La ropa usada y circularidad
En España cada año se desperdician más de 900.000 toneladas de residuos que no se recogen de manera selectiva y que terminan en vertederos. Y solo el 10% de la ropa usada acaba en el contenedor específico, según la Asociación empresarial del Sector del Reciclaje Textil de España y Portugal (Asirtex). «Se ha perdido la conciencia en el uso de las prendas, se compra por capricho e imagen y muchas de ellas se tiran a un contenedor o se donan sin usarse. El futuro pasa por la circularidad textil y se necesita más investigación e innovación pensando en el ecodiseño para lograr un verdadero aprovechamiento sostenible», señala Pedro Andrés, presidente de Asirtex. Y para ello y para fortalecer al sector, tiene clara «la necesidad de la creación para el textil de un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP)» y señala la «imperiosa necesidad de trabajar en soluciones reales y efectivas que posibiliten el reciclaje textil de las ingentes cantidades de toneladas de ropa y calzado usado que se genera en España». La legislación europea obliga a los países a empezar la recogida selectiva de residuos textiles antes del enero de 2025, por ello insiste en que «es necesario que se apliquen criterios «técnicos y ambientales y no únicamente económicos» en las adjudicaciones públicas de recogida y gestión del residuo textil, y que usar criterios sólo económicos «no garantiza la ejecución adecuada del servicio» a pesar de lo que dictan las políticas europeas, nacionales y autonómicas para impulsar la economía circular, ya que aseguran que el actual modelo de concurso público «no puede ser reservado ya que limitaría la recogida selectiva objetiva y asfixiaría la capacidad de gestión de residuos».