Valoración de la banca

TCon prácticamente todos los resultados de la banca publicados hay varias reflexiones que merece la pena hacer. La primera sería que la recuperación de las cuentas de resultados en esta crisis ha sido muchísimo más rápida que en cualquier otra. Y lo ha sido porque esta crisis no es comparable. Que la banca en general vaya a cerrar con resultados por encima de 2019 es quizá el mejor ejemplo. Importa además destacar otro aspecto. Si hace unos años nos hubieran dicho que la rentabilidad de la banca española con los tipos donde están iba a situarse donde se sitúa no nos lo hubiéramos creído. El ejercicio de reducción de costes derivado de la reducción de capacidad motivado fundamentalmente por los procesos de concentración han hecho de la banca española una de las más eficientes del mundo. Y el apalancamiento operativo a la recuperación del negocio es mayor que en otras geografías. Además, por primera vez en muchos años se empiezan a observar dinámicas positivas en la evolución de los ‘drivers’ de la cuenta de resultados. Hay buenas perspectivas sobre el crecimiento del crédito de la mano de las grandes inversiones que se tienen que acometer en los próximos años además de por la recuperación del sector inmobiliario que ha sido sobre lo que tradicionalmente se ha asentado las cuentas de resultados de la banca en España.

Por otro lado, la incidencia de la mora en esta crisis ha sido mucho menor. Al conjunto del sistema le podría sobrar la mitad de las provisiones que dotaron el año pasado. Y el colofón han sido los anuncios de pagos de dividendo y recompra de acciones. En cuanto la autoridad monetaria se lo ha permitido, los bancos han corrido a remunerar a sus accionistas lo que probablemente les permita entrar en el radar del inversor.

Las recompras de acciones enlaza con la valoración. Hoy los bancos encuentran pocas cosas más atractivas que hacer con su dinero que recomprar sus propias acciones dadas las valoraciones de partida.