Aumenta la emisión de lava y baja el número y magnitud de los terremotos en La Palma
La Palma registró una disminución en el número y magnitud de los sismos, al tiempo que aumenta la tasa de emisión de lava desde el foco emisor, situado en el flanco noroeste del cono principal del volcán de Cumbre Vieja. Este flujo discurre por encima de la colada primigenia y también por la colada que recorre la zona 3, rebosando ayer por la mañana algunos de los tubos y canales volcánicos preexistentes. Son algunas de las conclusiones del comité director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) dadas a conocer ayer en rueda de prensa con datos del día anterior. Sin embargo, ayer por la tarde, horas después de la rueda de prensa el IGN notificó dos terremotos, ambos a las 17.52 hora local. Uno en Villa de Mazo, de magnitud 5 y otro en Fuencaliente, de 4,6. El primero, a 38 kilómetros de profundidad y e segundo a 34 (este último, sin embargo, quedó en un cálculo provisional).
Más ceniza
En la misma comparecencia, la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias y portavoz del Comité Científico del Pevolca, María José Blanco, dijo que en las últimas 48 horas se produjo la emisión de un considerable volumen de cenizas que han cubierto todo el sector oeste y noroeste de la isla de La Palma. Blanco indicó que este fenómeno fue acompañado de explosiones audibles de gran intensidad y apuntó que este episodio pudo ser causado por un proceso intenso de desgasificación. También se produjeron varios rayos volcánicos y ondas de choque asociadas a las explosiones más energéticas del volcán, informa Ep.
Blanco precisó que la situación actual de los parámetros asociados al volcán que se monitorizan por parte de los científicos es estable, y aunque visualmente se está produciendo un «cambio de comportamiento», la tasa de emisión de coladas y de cenizas no están decreciendo.
En este sentido, dijo que para hacer una valoración correcta, «no es el dato de un día ni de dos, sino una ascendencia que se tiene que mantener en el tiempo». Por lo tanto, «hay que esperar un comportamiento mantenido decreciente y estable de todos los parámetros» para poder hablar del final de la erupción.