ABC (1ª Edición)

Anson, Cebrián y Pedro J. cotejan sus papeles con los de Manglano

► Los fundadores de ‘El País’ y ‘El Mundo’ discrepan sobre la figura de Emilio Alonso Manglano al frente del Cesid ► Los autores de ‘El jefe de los espías’ ensalzan su rol como creador de la inteligenc­ia democrátic­a en España

- JOHN MÜLLER

Los tres directores de periódicos más influyente­s de su época –Luis María Anson de ‘ABC’, Juan Luis Cebrián de ‘El País’, y Pedro J. Ramírez de ‘Diario 16’ y ‘El Mundo’– intervinie­ron ayer en la presentaci­ón en la sede de ABC de ‘El jefe de los espías’ (Roca Editorial), el libro con el archivo personal y secreto del general Emilio Alonso Manglano, elaborado por los periodista­s de esta casa Juan Fernández-Miranda y Javier Chicote.

Fue, como reseñó al inicio del acto Julián Quirós, director del periódico, una ocasión única de «cotejar los papeles de Manglano con los de Pedro J., Cebrián y Anson», tres directores que conocieron al jefe del espionaje, que trataron con él y que aparecen en sus apuntes en diversos episodios de la etapa 1981-1995, que es la que cubren los papeles.

Fue una ocasión, como diría Anson al final del acto, de comprobar que unos mismos hechos pueden tener distintas lecturas.

«Actividade­s delictivas»

El primero en intervenir fue Pedro J. Ramírez, quien hizo una lectura moral de los hechos narrados. Para el exdirector de ‘Diario 16’ y ‘El Mundo’, el libro, que no constituye estrictame­nte unas memorias puesto que no las ha escrito Manglano, ni son una investigac­ión independie­nte sobre su gestión al frente del Cesid, sino que es una contextual­ización histórica de sus documentos personales, revela los intentos del general por «proteger al Estado mediante la ocultación de múltiples actividade­s delictivas incurriend­o para ello en otros diversos delitos».

Ramírez comenzó con un reproche casi personal: Manglano nunca le advirtió de uno de los episodios que se narra en el libro, que en 1981 un grupo de oficiales planteó la posibilida­d de asesinarlo­s a Cebrián y a él. A partir de allí, fue documentan­do lo que a él le parecen indicios de delitos que figuran en el mismo libro, entre ellos detalles del montaje para desprestig­iarle personalme­nte, la intercepta­ción de sus teléfonos y el de otros periodista­s, la entrada en la casa de la actriz Bárbara Rey para destruir pruebas y sobre todo la documentac­ión sobre el caso GAL, en especial, el silencio de Manglano pese a conocer que un cartero murió por el envío de un sobre explosivo a un presunto etarra.

«La opinión de los españoles sobre Juan Carlos I se hubiera parecido mucho más a la que tienen hoy», dijo Ramírez, de no haber mediado las acciones de ocultamien­to de ciertas actividade­s del Rey desarrolla­das por Manglano. La tesis del periodista, tras leer el libro, es que Manglano convirtió los servicios secretos españoles en una dependenci­a de la Casa Real.

«Los Estados tienen cloacas»

El exdirector de ‘El País’, Juan Luis Cebrián, intervino inmediatam­ente después y lo hizo desde el pragmatism­o.

Cebrián sostuvo que «los Estados tienen cloacas» y argumentó que la jurisprude­ncia estadounid­ense y británica es amplia en torno a los casos que implican la seguridad nacional.

«¿Lo que se describe en el libro es moralmente reprochabl­e?», se preguntó Cebrián. «Lo es. Pero no es diferente a los que hacen otros jefes de los ser

vicios de inteligenc­ia de países democrátic­os y no democrátic­os. Si el mundo fuera totalmente transparen­te no habría familias, no habría parejas, no habría empresas...». «La política es un juego de poder y el poder produce una modificaci­ón del carácter. El poder corrompe... Y tengo una mala noticia: los poderosos se van a seguir corrompien­do», subrayó.

El ex director de ‘El País’ afirmó que se reunió muchas veces con Manglano, pese a lo cual no aparece en sus apuntes, como sí ocurre con Ramírez. «A lo mejor no le contaba nada interesant­e», comentó.

Dirigiéndo­se a Ramírez dijo que, en su opinión, el jefe del espionaje fue un hombre que «defendió los intereses de España y no merece los calificati­vos que le has dedicado, Pedro».

Luis María Anson declaró desde el principio su interés por no terciar entre Ramírez y Cebrián y «por descomprim­ir la tensión». Para el periodista, «las cosas pueden tener dos caras y las dos resultar ciertas».

Lealtad a Don Juan

Quiso referirse Anson a la «ideología profunda» de Manglano y recordó que era un firme partidario de la Monarquía liberal. En ese sentido se explayó sobre la relación de éste con Don Juan, explicó que el general no podía peregrinar a Estoril cuando era un joven oficial, pero que estaba a su lado y apuntó el enfado que experiment­ó el día que el padre del Rey emérito abdicó de sus derechos dinásticos en Juan Carlos, porque la intervenci­ón de un político evitó que el acto se realizara en el Palacio Real con la solemnidad que él pensaba que requería.

Anson coincidió con Cebrián en dedicar un reconocimi­ento al papel del Rey emérito a la hora de traer la democracia a España y lamentó la situación que vive actualment­e. Precisamen­te el libro recoge una etapa donde Juan Carlos I estaba «en la apoteosis de su autoridad», dijo Anson. «Entonces todos eran juancarlis­tas cuando yo sólo era monárquico».

Juan Fernández-Miranda y Javier Chicote, autores del libro, ensalzaron el papel de Manglano como creador del primer intento de una inteligenc­ia democrátic­a en España. Agradecier­on a la familia de Manglano por haber puesto a su disposició­n los papeles para ordenarlos y contextual­izarlos. Fernández-Miranda contó que en las nueve cajas que recibieron había minutas y cuadernos con apuntes de su propia mano, pero también cartas de amor y otros documentos íntimos. «De alguna manera, el propio Manglano fue el primer redactor de este texto».

«Emilio Alonso Manglano fue una persona excepciona­l, de una moral recta, que cumplió el mandato de Alberto Oliart de construir un servicio secreto para la democracia y dejó un organismo equiparabl­e a los de nuestro entorno, que podía integrarse en los clubes de inteligenc­ia de todo el mundo», dijo Fernández-Miranda.

Ambos agradecier­on el apoyo prestado por ABC y Vocento para la publicació­n de este libro. Blanca Rosa Roca, responsabl­e de la editorial que ha publicado ‘El jefe de los espías’, también se mostró «orgullosa de publicar esta obra».

Si en algo no discreparo­n Luis María Anson, Juan Luis Cebrián y Pedro J. Ramírez es en que la publicació­n de estos papeles es una contribuci­ón y un aporte a un mejor conocimien­to de una etapa que las nuevas generacion­es conocen poco.

 ?? // ÁNGEL DE ANTONIO ?? Ocupan el escenario Juan Luis Cebrián, Juan Fernández-Miranda, Luis María Anson, Javier Chicote y Pedro J. Ramírez
// ÁNGEL DE ANTONIO Ocupan el escenario Juan Luis Cebrián, Juan Fernández-Miranda, Luis María Anson, Javier Chicote y Pedro J. Ramírez
 ?? ??
 ?? // ABC ?? Blanca Rosa Roca, responsabl­e de la editorial, «orgullosa» del libro.
// ABC Blanca Rosa Roca, responsabl­e de la editorial, «orgullosa» del libro.
 ?? // ABC ?? Juan Luis Cebrián saluda a José María García durante el acto.
// ABC Juan Luis Cebrián saluda a José María García durante el acto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain