Cien países firman reducir en un 30% sus emisiones de metano
► Biden considera que Xi Jinping cometió un «gran error» al no acudir ni al G-20 ni a la Cumbre del Clima
El segundo día de la conferencia del clima que se celebra en la ciudad escocesa de Glasgow acabó con dos noticias esperanzadoras: sendos acuerdos para reducir la deforestación y las emisiones de metano para el año 2030. Sin embargo, las grandes ausencias volvieron a centrar las críticas. En un intento por apaciguar los ánimos con respecto a la ausencia del líder chino Xi Jinping, el ‘premier’ británico, Boris Johnson, matizó: «Cuando hablé con él, no quería venir debido a la pandemia y hay que respetarlo». El presidentes estadounidense, Joe Biden, en cambio, fue más contundente y calificó de un «gran error» la ausencia de Xi Jinping. «El resto del mundo ha mirado a China y se preguntó qué valor están aportando», afirmó Biden en rueda de prensa.
Por otra parte, Boris Johnson, anfitrión de la cumbre COP26 y que puso entre sus cuatro prioridades la defensa de los bosques, junto al transporte, el carbón y la financiación, calificó como «histórico» que más de cien líderes mundiales, entre ellos los de Brasil y Rusia, se hayan comprometido a poner fin a la deforestación en sus países en los próximos nueve años.
La firma es significativa, porque el 85% de los bosques del mundo están precisamente en las naciones firmantes. No es un compromiso vinculante, no obstante. Llama la atención que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, aceptara firmar ese compromiso para «detener y revertir la deforestación y la degradación de la Tierra para el 2030», ya que es uno de los líderes más criticados por no proteger el Amazonas, una región que sigue siendo uno de los grandes pulmones del planeta.
Después, Joe Biden anunció un pacto para reducir las emisiones de metano en un 30% también para el año 2030. La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 se convierte así en el marco de un nuevo tratado con el que están de acuerdo alrededor de un centenar de países, incluidos algunos de los mayores contaminantes.
El plan de acción liderado por los estadounidenses, que se centrará en nuevas regulaciones para limitar las emisiones de metano de la industria del petróleo y el gas, se considera una de las medidas más potentes para hacer frente a la crisis climática a corto plazo y uno de los grandes compromisos de la COP26, pero países indispensables para atajar el problema, como China, India y Rusia no se han sumado al pacto, conocido como ‘Global Methane Pledge’.
Biden agradeció a los firmantes del que tachó como un «compromiso revolucionario» y señaló que este marcará una diferencia en la lucha contra el cambio climático, al mismo tiempo que ayudará «a la salud de la gente» y el «suministro de alimentos» además de que «impulsará las economías» y generará nuevos empleos. El presidente hizo un llamamiento para que más naciones se unan a este pacto y que la mayoría están dispuestos a «presionar el botón de reinicio» en el marco de esta cumbre.
El metano es uno de los gases de efecto invernadero que, junto al dióxido de carbono, incide más en el calentamiento del planeta. Según un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) el metano es responsable del 25% del aumento de la temperatura global registrada desde la era preindustrial, por lo que «limitar otros gases y contaminantes atmosféricos, especialmente el metano, podría tener beneficios tanto para la salud como para el clima», según Panmao Zhai, uno de los autores del informe.
Combustibles fósiles
Las principales fuentes de metano son los combustibles fósiles, la agricultura y ganadería industriales, y los vertederos de basura. De hecho, Biden prometió trabajar con los agricultores y ganaderos para reducir las emisiones de metano en las granjas, así como en los oleoductos y gasoductos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aplaudió la medida y afirmó que reducir las emisiones de metano «es una de las medidas más efectivas» para mantener el límite máximo de 1,5ºC de aumento de la temperatura media global. «No podemos esperar al año 2050», afirmó.
Los estados que albergan el 85% de los bosques del planeta se comprometen, de nuevo, a frenar su deforestación en 2030