Residencia de ancianos
Eran los años 60 cuando el Ayuntamiento de Cazalla de la Sierra vio la necesidad de atender a los ancianos de la localidad que no tenían a nadie que les cuidara, que les urgía un lugar donde vivir, un lugar donde ser atendidos adecuadamente… Ante esta carestía se fundó la residencia de ancianos San Francisco de Sales, ubicada en el antiguo convento de dicho nombre. En principio, las personas allí residentes eran atendidas por unas monjas que se ofrecían de lleno. La residencia era pública y gratuita. La gestión, como residencia de ancianos, fue cedida en los años 70 a la Diputación de Sevilla. Ya el personal laboral era contratado mediante selección de este organismo. Siguió funcionando bien. Muchos de los residentes eran de la propia localidad, lo que para ellos, la familia y el propio municipio era motivo de satisfacción. Suponía una gran complacencia para los residentes vivir su última etapa en el pueblo que los vio nacer, donde habían desarrollado su vida y habían formado sus familias, así como el no estar alejados de sus seres queridos.
En 2013 la residencia perdió su acreditación por deficiencias del edificio, y dos años más tarde fue desocupada.
Hay que reflexionar sobre por qué no hay recursos para un asunto tan importante como el amparo y agradecimiento a nuestros mayores y, en cambio, sí lo hay para temas banales.
En diciembre 2020 el Ayuntamiento de Cazalla aprobó la cesión gratuita de la residencia a la Fundación Gerón para que acometiera la adaptación del edificio. Si esto se lleva a cabo, cosa que está por ver, habrá de nuevo residencia en Cazalla, pero será una residencia de pago. Es lamentable cómo se jactan tanto algunos políticos de fomentar los servicios sociales y públicos, y a la hora de la verdad, como es este caso, no son capaces de invertir en un tema tan relevante y que nos afecta o afectará a todos.
MARÍA P. GALLEGO
SEVILLA