Naufragio después del brillo
► El Barça se viene abajo ante el Celta y cede el empate tras encauzar un 0-3
Eduardo Germán Caudet había pedido el viernes a su afición que en el minuto diez dedicara una ovación a Iago Aspas para darle ánimos. El delantero pareció necesitarlos al principio del partido, cuando falló un gol cantado, y en el 95 se la dieron porque empató con un golazo un partido que su equipo llevaba perdiendo 0 a 3 desde el minuto 33.
A Ansu Fati en cambio no le hace falta que nadie le recuerde lo bueno que es, ni lo bien que lo hace, porque ya se encarga él de demostrarlo en cada partido con sus actuaciones memorables. En Balaídos se inventó un gol de la nada, y tras una incursión en el área que tampoco parecía tan prometedora, dejó clavado a su defensor de un quiebro seco y dibujó una parábola prodigiosa, de dentro para fuera y de arriba para abajo que dejó a todos boquiabiertos y maravillados. Las comparaciones con Messi son peligrosas, tribuneras y cargantes, y en nada benefician al joven jugador, pero desde luego parece llamado a grandes proezas. Balaídos no falló a su entrenador y efectivamente en el minuto diez aplaudió a Aspas, mientras Ansu, el Barcelona y cualquier amante del fútbol aún saboreaba el magnífico gol del joven canterano.
Destacable Nico
Como si quisiera celebrar la llegada de su amigo Xavi al banquillo, Sergio Busquets desde el límite del área conectó un fantástico disparo para hacer subir el 0 a 2 al marcador. Dedicó el gol a su esposa e hijos. Destacable la jugada que se había trabajado Nico, que tenía a 33 invitados en la grada, entre familiares y amigos. 25 se las cedió el Celta y las otras 8, distintos patrocinadores, y el chico correspondió dando durante la primera parte un recital de inteligencia futbolística y de calidad muy por encima de lo esperable a su edad. Hacía mucho tiempo que el Barça no encauzaba un partido con tanta tranquilidad, con tanto acierto, con tanta luz. Parecían los viejos buenos tiempos, este canto del cisne de Barjuán, en su último partido como entrenador del primer equipo justo antes de que el lunes Xavi sea presentado aprovechando el parón liguero.
Hay que reconocerle a Barjuán que, sin ser demasiado inteligente, ni mucho menos un lumbreras, ha sabido insuflar a sus jugadores la alegría y el optimismo tan fundamentales en cualquier profesión u oficio, y que habían perdido.
Precisamente sobre el fichaje de Xavi, ha sido histórico el ridículo que ha hecho la prensa deportiva catalana. Es un submundo tan acostumbrado a hacer seguidismo, a ser sectario, maniqueo, y a preferir el pasteleo al periodismo, que todas las exclusivas las ha ido publicando ABC por el mero hecho de hablar con las personas indicadas, y verdaderamente al cargo de las negociaciones, en lugar de con los cuatro amiguitos de siempre para intercambiar favores y chismorreos. Que un periódico generalista y de Madrid os gane en casi todas las informaciones relevantes, cuando vosotros no tenéis absolutamente nada más que hacer en vuestras vidas que saber lo que se cuece en el Barça, os debería dar una infinita vergüenza.
La misma que a mi me dio ver vuestro nivel intelectual, periodístico y moral en la rueda de prensa de la despedida de Messi, sin ser capaz de hacer ninguno de los presentes de nada más que de gastar rodilleras. Ni una, ni una sola pregunta decente. Con la próxima reconversión empresarial del club, que dejará de ser, por lo menos en parte, propiedad de los socios, vamos por el mismo deprimente camino. Lo que ya hoy se está gestando, y el CEO Ferran Reverter tiene más que encaminado, misteriosamente no existe en los periódicos catalanes, para los que luego todo son casualidades. Es esta insufrible mezcla de cobardía, otros intereses que matan al periodismo, y una gran provinciana pereza.
El partido lo cerró a la media hora Memphis de un buen cabezazo, culminando una jugada colectiva de gran trabajo y belleza. Participaron todos los jugadores salvo Gavi. 10 jugadores, 17 pases y 51 segundos. El gol más largo del Barça esta temporada. El último centro, de Jordi Alba. Hacía 9 años que el Barcelona no tenía una ventaja de 3 goles antes del minuto 35. La única mala noticia de una primera parte para enmarcar es que se rompió Ansu, lesión muscular, isquio izquierdo. Es preocupante la cantidad de lesiones que sufre este equipo.
De paseo
El Barça salió de paseo tras el descanso y Iago Aspas aprovechó una monumental cantada de Ter Stegen para recortar distancias. El Celta fue a por todas, cerró al Barça en su campo y se hizo el dueño del balón. Se rompió Nico, pidió el cambio. Entró Riqui Puig tal como Balde había entrado por Ansu y Araujo por Eric García. Once caídos en la enfermería azulgrana. Esto no es normal. Ni tolerable. Algo falla en la preparación física de los jugadores, aquejados la mayoría de lesiones musculares.
Riqui Puig falló todo lo que tocó, dándole la razón a Koeman, y dejando una vez más en evidencia a los fantasmas de la prensa deportiva catalana que le reivindicaban como solución mágica cuando no es más que un niño maleducado de Matadepera más preocupado de jugar a golf y de su cuenta de Insta
gram que de tomarse en serio su carrera futbolística. Al Celta le anularon dos goles, los dos bien anulados. Uno por fuera de juego y otro por mano, pero daba una idea de cómo los gallegos apretaban y el Barça parecía como atontado. Además, no me cansaré nunca de decir que Lenglet es muy malo. En el 73 Nolito marcó el 2 a 3, éste no se lo anularon. El Celta estaba convencido de que podía empatar. Muy blando el Barça, parecía uno de estos chicos que se anuncia pidiendo «que me uses como a un muñeco de trapo».
Abde entró por Gavi. Si durante el primer tiempo el Barça mostró cuál es su camino, por dónde tiene que llegar su solución; durante el segundo enseñó de manera descarnada sus defectos y debilidades. Es cierto que las lesiones no ayudaron, pero las lesiones no fueron casualidad ni mala suerte sino la clara consecuencia de una preparación física inadecuada. De Jong disparó al travesaño pero el Celta continuaba insistiendo hasta que Aspas en el 95 empató de un gran disparo.
El partido fue una excelente radiografía del equipo que a partir del lunes heredará Xavi: tiene virtudes, y muchas, que fructifican cuando se exprimen con esfuerzo y gracia; y también agujeros que conducen al naufragio cuando no se tapan. Laporta ha replantearse con urgencia la preparación física de los chavales.