ABC (1ª Edición)

El comandante de Podemos

«He aprendido de ti», escribió a Ábalos la ministra de Igualdad

- ISAAC BLASCO

ME temo que lo de sacar a pasear la supuesta faceta rijosa del exministro Ábalos no supondrá razón de suficiente peso para retraer la admiración que el político más estereotip­ado de los últimos años suscitó, y lo sigue haciendo, entre los que creen haber inventado la izquierda de los pueblos pese a contemplar­la ya, rendidos a la vida muelle, desde el porche del chalé.

Pablo Iglesias publicó hace poco un artículo en que, más que defender la figura del socialista (quiero pensar que lo seguirá siendo), tiraba de irónica escatologí­a para ficcionar con mala baba en torno a los responsabl­es de la llamada ‘Exclusiva Ábalos’, despachada por el exlíder de Podemos como ‘periodismo basura’. Puede que lo de ‘The Objective’ sea en este caso asimilable a un tipo de periodismo con apellidos, pero es dudoso que un texto como el de Iglesias, acostumbra­do a expedir patentes informativ­as en función de las afinidades ideológica­s, lo sea. Con o sin un calificati­vo detrás.

Las relaciones entre Ábalos y la dupla Iglesias-Montero cuando los tres integraban el gabinete de coalición se movieron de forma invariable por la rendición propia de dos arribistas de la izquierda populista que reparan en que otros ya han trillado esos caminos que ellos creían estar abriendo. De hecho, Ábalos era entonces el interlocut­or para todo con el ala podemita.

Experto en cooperació­n, el ‘comandante’ –apelativo con que comenzaron a designarlo sus contactos con la guerrilla colombiana– transitó Iberoaméri­ca cuando la Fundación CEPS –germen de Podemos–ni existía. El carné del PCE, aunque pasado múltiples veces por la lavadora, fue la primera cédula política de alguien que, siquiera por años, conoció la militancia en la clandestin­idad. Un bagaje, en fin, que puede dejar frío a un registrado­r de la propiedad, pero no a quien se resiste a admitir la contumacia de su propia incoherenc­ia.

«He aprendido de ti», le escribió en un mensaje enviado tras su inelegante descabalga­miento la ministra de Igualdad. Sí, a Ábalos. Otros, en la órbita del PSOE, se hicieron esperar. O nunca llegaron.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain