La subida del precio del corcho amenaza la viabilidad de las Fallas
► Los artistas temen un desabastecimiento de materiales a partir de 2022
El encarecimiento de las materias primas ya está haciendo mella en los talleres falleros y amenaza la viabilidad de los monumentos. Las pymes que pertenecen a este singular sector del tejido empresarial valenciano sufren desde hace meses el incremento de los costes relativos a la adquisición de corcho y madera procesada, dos materiales esenciales. Pese a contar con el acopio suficiente de componentes para las Fallas del próximo año, algunos artesanos como Raúl Martínez ya alertan del problema de desabastecimiento que podría producirse de cara a las fiestas de 2023.
De acuerdo con la explicación del artista, una falla puede estar construida «fácilmente» por un ochenta por ciento de poliestireno expandido, conocido popularmente como «corcho blanco», cuyo precio ha aumentado hasta un treinta por ciento, de acuerdo con las cifras que desgrana Martínez. Otro de los materiales básicos para las labores de creación de las diferentes piezas que es la madera procesada, como por ejemplo tableros contrachapados, cuyo coste en el mercado ha subido hasta un quince por ciento en pocos meses.
«Hemos empezado a notar el encarecimiento de los precios en los últimos pedidos y en los servicios de empresas subcontratadas para determinadas funciones como el corte láser de madera y metal, así como transportes», expone el artista. «Nos han dicho que prevén una nueva subida más pronto que tarde», añade.
«En las fallas que se van a plantar el próximo año no lo vamos a notar excesivamente, ya que la mayoría de los monumentos se firmaron a mitad de 2020 a causa de la pandemia del coronavirus, por lo que nos abastecimos de materiales mucho antes», apunta el artesano.
El Gremio de Artistas avisa
El maestro mayor del Gremio de Artistas Falleros de Valencia, Paco Pellicer, vaticina que «habrá que realizar un nuevo planteamiento y un mayor desglose de los presupuestos para que no peligre la actividad de las pymes y no lleguen a estar desabastecidas». Asimismo, no considera que la subida de precio de los materiales tenga que repercutir en las comisiones falleras, sino en reajustar las cuentas. En un año normal, el presupuesto de todos los monumentos falleros de la ciudad de Valencia asciende a más de siete millones de euros.
El encarecimiento de las materias primas y la previsible falta de materiales para construir los nuevos monumentos una vez se quemen las fallas en marzo, agravan la crisis provocada por la pandemia. «Valencia y otros municipios de la provincia quemaron sus fallas en septiembre de este año, pero otras localidades aplazaron las fiestas para marzo de 2022, decisión que ha provocado el cierre de muchos talleres», explica.
«Por todo ello, es un momento ideal para mirar hacia unas Fallas más ecológicas y sostenibles, que permitan conseguir la viabilidad de este noble arte», expone el gerente de Estudio Chuky. micropyme creada en 1980 y que tiene una plantilla de tres empleados y seis colaboradores externos profesionales