Muguruza y Badosa, maestras del siglo XXI
Doblete español en las Finales de la WTA veintiún años después de Conchita Martínez y Arantxa Sánchez
El tenis español, que teme siempre el apagón tras las estrellas, vive de dulce en este principio de siglo, con nombres de presente y futuro que ya han mordido Grand Slams y que invitan a soñar en grande. Este 2021 despide a Carla Suárez, pero ve surgir a Sara Sorribes, resurgir con fuerza a Garbiñe Muguruza y brillar a Paula Badosa. Estas dos últimas protagonizarán la Copa de Maestras que comenzará en Guadalajara (México) este miércoles y se prolongará hasta el día 17: dos españolas entre las ocho mejores del curso, 21 años después del último doblete, de Conchita Martínez y Arantxa Sánchez-Vicario. Ambas se clasificaron para este torneo varias veces durante su carrera. Sin embargo, la aragonesa nunca pudo pasar de cuartos de final; y a la final llegó la catalana, en 1993, pero perdió con Steffi Graf. Este torneo de Maestras y el Abierto de Australia todavía son terreno sin conquistar por el tenis español.
Tres años tenía Paula Badosa en aquel último doblete nacional. Pero está la catalana dispuesta a no solo tomar el testigo sino a llevarlo más allá. Ahí están sus armas: estilo directo, agresivo. Pero sobre todo está su confianza y su mentalidad, fortalecida ya a prueba de despistes en pista y disgustos por errores. Una progresión que comenzó en 2020 y cobró más fuerza en este 2021: semifinales en Charleston, en el Mutua Madrid Open, cuartos de final en Roland Garros; salto desde el puesto 70 hasta el 11 y dos títulos: Belgrado y el de Indian Wells, palabras mayores porque
ninguna española lo había logrado hasta ahora. Badosa firma su propia historia. «Es un sueño hecho realidad, la recompensa al duro trabajo. Siempre he querido estar entre las mejores y ahora lo estoy haciendo posible», velada amenaza a las rivales. Con cambio de entrenador reciente, de Javier Martí a Jorge García, para que las cosas sigan moviéndose bajo su batuta.
Muguruza regresa a este torneo de élite entre la élite después de saborearlo en 2015 –cayó en semifinales contra Agnieska Radvanska–, 2016 –se topó con Andrea Petkovic también en semifinales–, y 2017, años de esplendor en su carrera en los que logró sus dos Grand Slams (Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017). Al que suma este 2021, con final en Yarra Valley y Catar, y los títulos de Dubái (WTA 1.000) y Chicago. Consistencia para volver a codearse con las mejores, quinta en la clasificación mundial.
Badosa muestra felicidad en su estancia en México (bailes, piscina y risas en los entrenamientos), también Muguruza, con buena cara con su equipo, con Conchita Martínez como guía y espejo para disfrutar y aspirar a todo. Ambas renunciaron a disputar la Billie Jean King Cup con el equipo español, capitaneado por Anabel Medina y que se celebró en Praga la semana pasada, para habituarse cuanto antes a la altura de México y para evitar mayor desgaste en unos cuerpos ya castigados. Han sido 52 partidos para Badosa y 50 para Muguruza. Pero se han ganado su plaza para estas WTA Finals; están entre las ocho mejores del curso: son las maestras del siglo XXI.