«Debemos convertirnos en el Google más fiable de nuestros hijos»
María Zalbidea Autora de 'Cosiendo la brecha digital’ ► Zalbidea invita a hacer un reflexión y a no perder el tiempo para tomar las riendas de la educación tecnológica
María Zalbidea es la autora de ‘Cosiendo la brecha digital’, un libro de reflexión sobre cómo la tecnología ha marcado un nuevo lenguaje, distintas formas de ver la vida y de entender el mundo, lo que provoca que los padres tengan que hacer un gran esfuerzo por comprender a sus hijos. Considera que cada uno tiene que ir descubriendo en su familia y su hogar, si es necesario o no coser la brecha digital que le separa de su prole. «La tecnología ha marcado esas distancias generacionales y los padres debemos ponernos las pilas para que no nos pillen en modo off». —¿Cómo marca la relación con los hijos cuando ven que sus padres no dominan estas herramientas?
—Perdemos un poco de autoridad cuando repetimos tantas veces delante de ellos todo lo que controlan y lo «inmigrantes digitales» que nos sentimos con las redes sociales e internet. A mí me gusta decir a los padres que piensen que tenemos mucha más experiencia de vida que ellos y lo tienen que saber para que no acampen en las redes sin referentes. Si no sabemos algo concreto tenemos recursos: debemos preguntar a los expertos, analizar y así aprender sobre sus herramientas, su forma de comunicarse, tratar de entender su manera de diversión digital..., pero sobre todo conectar con lo que a ellos les gusta, les hace vibrar. De esta forma, podremos protegerlos porque conoceremos los espacios en los que se mueven. No hace falta dominar, pero sí hacer un ejercicio de responsabilidad paterna. —¿Por dónde empezar a ponerse las pilas digitales?
—La clave creo que está en que tengan buenos referentes, buenos blogs que leer, plataformas con contenido que les ayude, libros que inspiren... Es muy recomendable que los padres tengan a dónde acudir para aprender a interpretar la realidad. Esa es un poco mi misión cuando me enfrento a las sesiones o cuando me he planteado este nuevo libro. Mi propósito ha sido y será siempre abrir los ojos a los padres y echarles una mano en la educación de sus hijos en esta era digital de una forma ilusionante y asequible. —¿Hay que mantener a raya la barrera
«Perdemos autoridad al repetir a los menores todo lo que controlan y lo inmigrantes digitales que nos sentimos»
entre la vida online y offline de los hijos, o es una batalla perdida?
—Como padres y educadores no podemos dejar de lado su forma de vivir en digital. Las barreras entre la vida online y offline han desaparecido para ellos. Viven una sola vida y debemos formar parte de ella, en su dimensión analógica y digital. Por eso, te animo como padre a que tu cabeza haga el “click” necesario para que te creas que es posible, que tienes capacidad para ello porque te mueve el amor a tus hijos y eso puede con todo. Es bueno que los niños entiendan que lo que pasa en su día a día, en su dimensión más analógica, afecta a su yo más online y viceversa.
—Los niños y los jóvenes están acostumbrados a tener todo de inmediato, ¿debemos esforzarnos en retrasar la gratificación inmediata? ¿Por qué?
—Lo que tenemos que procurar es que los ‘niños Amazon’, como yo les llamo, aprendan el valor de la espera, que creo que durante el confinamiento algo hemos aprendido todos a esperar. En esta era de la inmediatez, de conseguirlo todo ya, del acceso a infinidad de contenidos, de información y productos se hace más necesario que nunca educar en el valor de la espera.
—¿Qué supone que los niños prefieran resolver sus dudas con ‘papá Google’, en vez de con sus padres? —Tienen a su alcance infinidad de formas de obtener información por eso es más importante si cabe que seamos sus interlocutores. Que no le pregunten a Siri o a Google lo que quieras explicarles. Hay que adelantarse, conversar mucho con ellos, hablar sin tapujos de lo que pregunten... y para eso hay que fomentar espacios de conversación desde que son pequeños. Así, cuando sean adolescentes y tengan un enfado en una red social vendrán a contárnoslo, y sin hacer un drama, podremos ayudarles. Debemos intentar ser ‘su Google’ más fiable. —¿Pueden los padres coger las riendas de la educación tecnológica de sus hijos en cualquier momento, o a una determinada edad ya es tarde? —Hay que dejar nuestro yo más analógico y ponernos las pilas cuanto antes. En el momento vital que estés. Siempre es una buena ocasión para comenzar. No nos escudemos en que nos ha pillado ya mayores. A ser padres se aprende cada día porque cada jornada es un desafío y una aventura nueva. —¿Qué impacto tiene la tecnología en la vida familiar?
—La ha transformado. Con este libro pretendo motivar una conversación con uno mismo para reflexionar qué papel juega en tu vida y en tu familia la tecnología y qué rol quieres que represente. Para muchos, la tecnología les ha unido más y, para otros, desgraciadamente, es fuente de conflictos continua. Sólo si cada uno se para a pensar qué papel representa y dónde quiere que esté será capaz de avanzar.