Mª José Campanario y Jesulín guardan silencio ante la polémica por orden de su abogado
▶ La pareja cierra filas en torno a su hija Julia Janeiro tras las graves denuncias interpuestas a un joven exnovio futbolista
Julia Janeiro cumplió la mayoría de edad el pasado 18 de abril. Desde entonces, la joven se ha convertido en el centro de todas las polémicas. En los últimos días se ha hecho público que la joven mantiene un conflicto de alto voltaje con el futbolista Brayan Mejía, con quien tuvo una relación sentimental de un año. Una situación de que la familia fue consciente recientemente y que alteró los planes que habían dispuesto para la joven. María José Campanario hizo las maletas y se trasladó de inmediato a Madrid para afrontar un proceso lamentable y largo en el que no están solas. La gravedad de los hechos, que Julia puso en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, han hecho que la familia cierre filas en torno a ella. La protegen, sin fisuras, ante el interés periodístico y mediático que estos días alcanza cotas mareantes. No está resultando fácil sobrellevar la presión. María José y Jesulín de Ubrique guardan silencio por orden o mandato de su abogado. Es él quien les pide calma ante el aluvión de llamadas y mensajes que reciben para conocer, con exactitud y de primera mano, el alcance de los hechos. No tienen nada que esconder, les encantaría poner los puntos sobre las íes y aclarar que esto que afrontan, unidos pero desgastados, no es un juego de niños. Tampoco una rabieta de patio ni una discusión en tono alto. Sin embargo, consideran que es mejor no participar en debates interminables que, en su opinión, solo generan dolor e intranquilidad: «Es un asunto muy serio que se tiene que resolver en los tribunales y acatar lo que dicten los jueces», dice Antonio González Zapatero, el letrado de la familia en conversación con ABC.
No están de brazos cruzados. Ante las inexactitudes que se están relatando de forma interesada desde el entorno de la parte denunciada, también se tomarán medidas. No hubo pelea en la discoteca ni Julia se vio envuelta en altercados impropios de su personalidad.
Pasar página
De fuerte temperamento pero frágil y muy emocional, Julia está intentado olvidar a ritmo desbocado. Quiere pasar página, empezar de nuevo, liberarse y demostrar que, a pesar de su juventud, los hechos denunciados no le van a conseguir borrar el futuro que ella quiere para sí. Es una montaña rusa, pero sabe que no está sola y que todo su entorno, sin excepción, le apoya en estos momentos de tanto vaivén emocional.
Y, aunque con ciertas reminiscencias, también se abre al amor dejándose ver en compañía de Álex Balboa, un joven futbolista hispanoecuatoguineano con el que podría llegar a tener una relación. Paso a paso, pues no hay que olvidar que Julia solo tiene 18 años.
No quiere ser famosa. De momento la joven ha rechazado todas las propuestas (algunas con cifras que harían dudar a cualquiera) para hablar en los medios. Tan solo se le ha escuchado en una ocasión cuando, ante las preguntas de los reporteros asfálticos, miró a cámara y pidió respeto para vivir ajena al ruido que generan sus pasos. Quiere seguir siendo anónima o, al menos, tener un perfil alejado de la prensa del corazón. Tanto es así que Juls –como se hace llamar en las redes sociales– evita las cámaras y emulando a su padre en el coso, dobla capote y hace verónicas esperando a que el morlaco de la fama mire hacia otro lado.
No hubo pelea en la discoteca ni Julia se vio envuelta en altercados impropios de su personalidad
La joven no quiere ser famosa. De momento ha rechazado todas las ofertas millonarias