Enésimo retraso del Corredor Mediterráneo ante el clamor de la élite empresarial
► El Gobierno fija ahora 2026 como fecha para poner en marcha el tramo que conectará Almería con Francia
La conexión del Corredor Mediterráneo que unirá Almería con la frontera francesa estará operativa en 2025 o 2026. Es el nuevo calendario con el que el Gobierno se ha comprometido a impulsar una infraestructura clave para el desarrollo del país que acumula 25 años de retrasos. El horizonte marcado hace ahora doce meses se mantiene, pero no como se había previsto en un principio: la ejecución del tramo hasta Algeciras que completa el proyecto, de momento, no tiene sitio en el calendario.
Una amplia representación del empresariado y la sociedad civil de toda España –alrededor de 1.300 personas, según la organización– se reunió ayer en Ifema para reclamar una línea ferroviaria de ancho internacional y de alta velocidad que fue declarada como «prioritaria» por la Unión Europa hace una década y que está llamada a hacer más eficiente el comercio y el turismo. La cúpula empresarial fue clara en sus argumentos: menos palabras y más hechos. Tanto es así que la Eurocámara va a pedir explicaciones a España por la demora en acometer estos trabajos.
«No sé si seré la ministra que acabe con las obras pero, desde luego, estamos poniendo todo el empeño en que eso sea así» con, prácticamente, «una licitación a la semana» en los últimos tres años, según afirmó ante un auditorio lleno la titular de Transportes, Raquel Sánchez. Su predecesor en el cargo, José Luis Ábalos, se atrevió el año pasado a fijar la puesta en marcha del Corredor en 2025. Sin embargo, Sánchez quiso calmar los ánimos recordando que los fondos europeos «presionan», porque deben ejecutarse antes de que termine 2026. Para cumplir este objetivo, los Presupuestos Generales del Estado del próximo ejercicio contemplan una partida que «supera los 1.700 millones». No obstante, tal y como indicó el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, «da igual si pones mil millones si luego ejecutas cien». Boluda puso el foco en que los plazos no se están cumpliendo y lamentó que «si los gobiernos de España se hubieran tomado en serio» esta infraestructura, se habría acabado hace más de una década. «Hay muy poco que celebrar. El estado de las obras está muy lejos de finalizar y, en demasiados casos, de empezar», aseveró el dirigente de la organización impulsora de la iniciativa ‘Quiero Corredor’.
«No acabarlo es dejar fuera, literalmente, a media España», con territorios que representan el 45% del PIB, subrayó. Un extremo que compartió con el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, y con el propietario de Mercadona, Juan Roig, que calificó ese retraso como «una discriminación» y reclamó que se destinen fondos europeos a un proyecto que considera «prioritario» si queremos «una economía sana». En la misma línea, el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, incidió en su potencial para hacer que la recuperación económica no sea «flor de un día».