España pisa el acelerador de los drones y aerotaxis autónomos
∑El primer aerotaxi de patente española ya realiza vuelos de prueba y podría estar operativo en 2026 ∑Estos artefactos voladores podrán transportar a una persona en trayectos de 15 kilómetros
La movilidad urbana está en pleno proceso de transformación. Y no solo por las normativas medioambientales que obligan a restringir el acceso a las ciudades de los vehículos de combustión, sino porque la tecnología y la automatización avanzan a pasos agigantados con el objetivo de dar servicio a las nuevas necesidades de quienes viven o trabajan en las grandes urbes.
Las ciudades se transforman para dar prioridad a los peatones, lo que implica que el asfalto y la circulación terrestre dejen paso a calles y rotondas aéreas en las que circularán aerotaxis y drones autónomos transportando tanto a personas como mercancías. De hecho, se estima que en 2035 el negocio del aerotaxi alcance los 32.000 millones de euros, según un estudio de Porsche Consulting.
Con estas perspectivas España cuenta ya con el primer aerotaxi con tecnología, patente y desarrollo 100% propios. Se trata del Umiles New Concept by Tecnalia. Un vehículo que realizó su primer vuelo de prueba en 2019 y que está ya plenamente operativo para volar, pendiente de la normativa que se desarrolle a nivel europeo para este tipo de vehículos, para lo cual habrá que esperar al período 2026-2030.
El aerotaxi español tiene capacidad para transportar a una persona, en vuelos de 15 minutos de duración y con un alcance en el entorno de 15 km. Aunque puedan parecer un tiempo y una distancia cortas, según explica Carlos Poveda, CEO de Umiles «hay que tener en cuenta que el recorrido urbano en coche normalmente no es mucho mayor a unos 20 kilómetros, y que en el aire no tenemos las curvas de la carretera, vamos en línea recta, por lo que las distancias entre dos puntos dentro de la ciudad son más reducidas».
La altura de vuelo alcanza entre 100 y 300 metros, pudiendo llegar a 800, siempre asegurando los estándares de seguridad y de la mano de la evolución de la legislación vigente. El vehículo está formado por una cabina aerodinámica propulsada por cuatro drones colocados en la parte superior e inferior de la cabina que permiten su movimiento sin los balanceos de un helicóptero. Se contempla su desplazamiento autónomo, sin que el viajero se tenga que poner a los mandos del vehículo. «El dron de drones es una patente española. Cada planta propulsora en vez de ser una única hélice es como un dron independiente, por lo que tenemos cuatro hélices que operan como cuatro drones a la vez. Cada dron puede actuar y trabajar de forma independiente, y por tanto, hace que el vehículo sea mucho más estable y seguro», comenta Poveda.
Vigilancia y seguridad
Pero el transporte de personas no es el único sector en el que los drones están llamados a cambiar el panorama de nuestros cielos. La seguridad y la vigilancia ya están en gran parte utilizando este tipo de artefactos tanto en el sector público como en el privado. Los drones son ya empleados de forma habitual por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil y policías locales y autonómicas). Los ejércitos (tierra y aire) también están interesados en este sistema, y las empresas privadas recurren a la utilización de drones para operaciones de seguridad y vigilancia en grandes eventos, infraestructuras e incluso para rescate en playas, «donde ya llevamos unos años colaborando en diferentes municipios», explica Carlos Poveda. «Se ha comprobado que para el rescate de personas los drones permiten llegar a las víctimas en un tiempo récord portando dos chalecos salvavidas, un botiquín, altavoces integrados en la propia aeronave, o cámaras de vídeo y focos de iluminación».
Uno de los ejemplos más claros del funcionamiento de los drones de vigilancia lo tenemos en la Dirección General de Tráfico, que ya desde 2019 utiliza este tipo de sistemas. Estos drones están destinados a la detección de conductas temerarias al volante y a la vigilancia del tráfico en aquellos tramos de elevado riesgo de accidentes y en las carreteras con un mayor trán
Cuatro drones autónomos, con cuatro hélices cada uno, garantizan la seguridad y la estabilidad del vehículo
sito de usuarios vulnerables, en particular ciclistas, motociclistas y peatones.
También se utilizan para la monitorización y apoyo a la regulación en operaciones y eventos especiales en los que se concentra un elevado número de movimientos en carretera; para misiones ordinarias de regulación complementarias a las desarrolladas por los helicópteros; y para apoyar en situaciones de emergencia que por su gravedad afecten de manera notable a la circulación y seguridad de los usuarios de la vía. Tienen una autonomía de entre 20 y 40 minutos, y un rango de acción entre 3 y 10 kilómetros. Funcionan a una altura de 120 metros y pueden alcanzar una velocidad de 80 km/h. Sportan temperaturas de entre 20 y 45 grados.
Logística
Una de las aplicaciones más inmediatas de los drones consiste en el transporte de mercancías. El desarrollo de la logística y las compras a distancia propicia que aparatos no tripulados hagan llegar a nuestros domicilios todo tipo de artículos. Pero se puede ir todavía más lejos. Un ejemplo es el proyecto piloto puesto en marcha en la fábrica de Seat en Barcelona junto con el centro tecnológico Eurecat, que explora las posibilidades de los drones para optimizar el suministro de piezas. Para conseguir que se muevan por la fábrica, estos drones llevan incorporado un sistema que detecta los elementos del taller mediante sensores. Los drones tienen la ventaja de poder moverse libremente en el plano vertical, por lo que facilitarán mucho el transporte de piezas y complementarán la función que los AGVs (automated guided vehicles) y robots autónomos realizan actualmente sobre la superficie.